China ha decidido confinar la ciudad de Xian, con trece millones de habitantes, por un brote de coronavirus procedente de la variante Delta, según han informado las autoridades.
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El número de casos confirmados es mucho menor que el de otras ciudades en otras partes del mundo, pero Asia sigue su propia política de tolerancia cero al virus, que le lleva a tomar medidas más drásticas. El Ministerio de Sanidad chino ha informado de casi un centenar de positivos, de los cuales 77 corresponden a enfermos sintomáticos. De estos contagios, al menos 57 son de transmisión local, y preocupa especialmente la situación en la provincia de Shaanxi.
El Gobierno de Xian pidió este miércoles a los residentes que no salieran de la ciudad a menos que fuera necesario, y ordenó que los complejos de apartamentos y los lugares de trabajo exigieran pases para salir y entrar a partir del jueves.
Cada hogar sólo puede enviar a una persona fuera cada dos días para comprar alimentos y otras necesidades, dijeron las autoridades, haciéndose eco de algunas de las políticas más estrictas anunciadas en diferentes partes del país a principios de 2020, informa 'CNBC'.
La ciudad ha establecido que los negocios, como los cines, y las instituciones educativas presenciales suspendan sus actividades, y ha prohibido comer en los restaurantes. Las autoridades han prohibido igualmente los eventos a gran escala, mientras que las escuelas en general han cerrado o han pasado a las clases online.
