• Trump solicitará al Congreso que apruebe la legislación necesaria para producir una inversión de un billón de dólares en infraestructura
  • Su objetivo es generar "millones de nuevos empleos"

La primera comparecencia del presidente de los EEUU, Donald Trump ante el Congreso ha dejado a los inversores fríos. El republicano ha mantenido su tono ultraconservador en materia de inmigración, proteccionismo y sistema sanitario y se ha reafirmado en su receta para revertir la herencia del anterior presidente, Barack Obama, pero ha fracasado a la hora de ofrecer nuevos detalles sobre su cóctel de medidas económicas. Ha vuelto a mencionar el mayor gasto fiscal, los cortes de impuestos y la desregulación de los mercados, sin profundizar, sin embargo, en ninguna de estas iniciativas, lo que ha imprimido una sensación de desencanto en los mercados.

Ha defendido medidas para desarrollar una reforma tributaria que, por un lado, reduzca la tasa impositiva a las empresas nacionales para que puedan competir y, por otro, reducir la presión fiscal a la clase media, pero sin entrar a explicar en qué consisten. “Las expectativas que se habían ido creando durante las últimas semanas eran demasiado elevadas, con lo que finalmente Trump fracasó al ofrecer detalles adicionales”, comenta Michael Hewson, analista de CMC Markets. “El discurso simplemente confirmó muchas cosas que ya sabíamos”, insiste Hewson, y añade: “Fue significativamente parco en explicaciones acerca del aumento del gasto y sobre las subidas de tipos”.


Trump solicitará al Congreso que apruebe la legislación necesaria para producir una inversión de un billón de dólares en infraestructura, que generará "millones de nuevos empleos"

Sí ha insistido Trump en su lema de poner por delante al estadounidense y ha subrayado la necesidad de comprar productos nacionales y contratar a nacionales para poder revertir el impacto económico de la anterior administración. En este sentido, ha explicado que solicitará al Congreso que apruebe la legislación necesaria para producir una inversión con capital de origen público-privado de un billón de dólares en infraestructura, que generará "millones de nuevos empleos".

"Al mismo tiempo que os resumo los que serán los próximos pasos que tomaremos, debemos reconocer, honestamente, las circunstancias que hemos heredado" del anterior Gobierno, ha señalado Trump en su primer discurso ante el Congreso, pronunciado esta noche desde el Capitolio, recogido por ‘Europa Press’.

El mandatario ha advertido de que el país cuenta con 49 millones de ciudadanos que están fuera del mercado laboral; más de 43 millones de personas que viven la pobreza y la peor recuperación económica de los últimos 65 años. "Más de una de cada cinco personas en sus primeros años de trabajo no está empleada", ha asegurado.

"En los últimos ocho años, la pasada Administración colocó más deuda que casi todos los anteriores presidentes juntos. Hemos perdido más de un cuarto de nuestros empleos de manufacturación desde que se aprobó el NAFTA y hemos perdido cerca de 60.000 empleos desde que China se unió a la Organización Mundial del Comercio en 2001", ha criticado. Sin embargo, ha suavizado su mensaje de campaña contra México y China.

Así, ha señalado que para resolver todos estos problemas -"y muchos otros"-será necesario aprovechar el "espíritu estadounidense" y restablecer el motor de la economía, facilitando a las empresas que puedan fabricar en el país y dificultar que éstas puedan abandonarlo.

SISTEMA MIGRATORIO

En este contexto, el presidente ha hecho hincapié en que proteger a los trabajadores "también significa reformar el sistema de inmigración legal". "El actual, un sistema anticuado, deprime los salarios de nuestros trabajadores más pobres y ejerce mucha presión sobre los contribuyentes", ha criticado.

Así, ha asegurado que el sistema actual del país supone, además, un coste significativo a la nación, señalando la necesidad de adoptar otro basado en los méritos, acción que tendría "muchos beneficios": "ahorraría mucho dinero, elevaría los salarios y ayudaría a familias afectadas -entre ellas, inmigrantes- a entrar en la clase media".

"Creo que una reforma migratoria positiva y real es posible, mientras nos enfoquemos en los siguientes objetivos: mejorar los empleos y los salarios, reforzar la seguridad de la nación y restablecer el respeto por nuestras leyes", ha explicado.

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