un tank et des soldats israeliens a proximite de la frontiere avec la bande de gaza

El conflicto desatado por el ataque de Hamás sobre Israel el pasado fin de semana, y la consiguiente respuesta del país que lidera Benjamin Netanyahu, ha desatado una guerra que ya está afectando al mercado. Sobre todo, al de las materias primas. El petróleo ha experimentado importantes subidas en los últimos días y algunos expertos creen que los precios incluso podrían tensionarse más si la situación se complica en Oriente Medio. Sin embargo, otros afirman que es "improbable" que se produzca un escenario de crisis petrolera.

Es el caso de los estrategas de Julius Baer, que afirman que aunque el mercado petrolero "se siente diferente" después del estallido del "trágico conflicto" en Israel, no creen que esto vaya a derivar en una crisis de gran calado.

El petróleo "es el vínculo que convertiría este conflicto militar regional en un desafío económico global", por lo que "rápidamente surgieron temores sobre una escalada en Oriente Medio y sobre interrupciones en el suministro de petróleo y otro shock de precios", todo ello centrado en una participación de Irán, duras represalias políticas y ataques a infraestructura, que perturbarían el comercio y los flujos de petróleo. Sin embargo, "un escenario de crisis petrolera así parece muy improbable", afirma Norbert Rücker, director de Economía e Investigación de Próxima Generación del banco suizo.

¿Por qué? Pues porque como explica, "hay pocos indicios de una participación externa significativa en los ataques, lo que sería un requisito previo para que el conflicto se intensifique y se extienda al resto de Oriente Medio".

En contraste con esto, apunta, el conflicto "parece evolucionar siguiendo el manual geopolítico habitual", de forma que "el shock eleva temporalmente los precios hasta que la incertidumbre vuelve a disminuir y el mercado del petróleo vuelve a su estado anterior". Tal y como explica Julius Baer, "el escenario de 'shock temporal' es, con diferencia, el más probable", dado que la geopolítica "tiende a ser un elemento de ruido sin implicaciones fundamentales duraderas, inyectando temporalmente una prima de incertidumbre en los precios, cuya duración depende de la intensidad del shock".

Y Rücker cree que dadas las últimas tendencias en los precios del petróleo, "el mercado parece tener una opinión similar" a la que defiende el banco suizo, algo que atribuye al hecho de que hay precedentes de esto. "Ni la guerra con el Líbano en 2008 ni las diferentes guerras posteriores en Gaza tuvieron un impacto mensurable en los precios del petróleo".

"Vemos que el mercado del petróleo vuelve a sus tendencias anteriores, debatiendo aliviar la escasez de oferta debido al estancamiento de la demanda", remarca el experto. Aunque también avisa de que con toda seguridad la geopolítica seguirá siendo "relevante" para la marcha del petróleo en los mercados durante más tiempo.

Tal y como detalla, "el esfuerzo saudita en solitario de limitar artificial y agresivamente los suministros eventualmente debe ser reemplazado por una política diferente. Pero la forma en que las naciones petroleras ajustarán su política el próximo año sigue abierta y, por lo tanto, añade cierta incertidumbre a las perspectivas", indica.

Cree que Arabia Saudí podría mantener sus recortes de suministro por más tiempo, y a Irán podría resultarle más difícil exportar petróleo bajo un esquema de sanciones occidentales más estricto. "Un escenario de 'reversión política' de este tipo también podría evolucionar", opina el analista. Sin embargo, dice que los compradores asiáticos encontraron la manera de comercializar petróleo iraní y ruso fuera del alcance de Occidente, y Estados Unidos teme la inflación del combustible. "Por lo tanto, las implicaciones probablemente sean limitadas".

"Hasta ahora estas incertidumbres no cambian nuestras opiniones y proyecciones", destaca Rücker, que recuerda que la previsión de Julius Baer es que los precios del petróleo "bajarán el próximo año".

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