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El oro ha marcado un nuevo máximo en los 1.510 dólares la onza este miércoles, estirando su rally de seis años al calor del recrudecimiento de la guerra comercial entre China y EEUU. La transformación del conflicto arancelario en una guerra de divisas también ha tenido su peso en el auge del metal amarillo, ya que los inversores buscan cobertura en los activos refugio tradicionales. El jueves, se mantiene por encima de los 1.500 dólares.

El precio al contado se ha elevado más de un 1,5% este miércoles, hasta máximos de abril de 2013. Además, encadena seis sesiones al alza y apunta ahora a los 1.600 dólares después de quebrar el importante nivel psicológico de los 1.480 dólares. “Parece que el metal precioso ha hallado resistencia en el área de los 1.490 dólares”, indica Craig Erlam, analista de Oanda. De hecho, retrocede hasta este nivel tras el hito de este miércoles. Cree, sin embargo este experto, que “no le faltan razones para seguir subiendo, aunque al recuperación temporal del dólar es un pequeño contratiempo para los alcistas del metal precioso”.

El futuro del oro, muy pegado al precio al contado también ha rebasado los 1.500 dólares, hasta un hito en 1.507 billetes verdes y deja subidas del 1,5% en el día. En cuanto a la plata, no se queda a la zaga y supera hoy por primera vez desde el mes de junio del año pasado el nivel psicológico de los 17 dólares por onza, tras marcar un máximo en lo que llevamos de sesión en los 17,008 dólares por onza.

Al igual que sucede con los futuros, el precio del metal al contado disfruta hoy de su mejor momento de los últimos 14 meses, con un máximo intradía en los 16,993 dólares por onza.

"El renovado apetito de los inversores por los metales preciosos parece que ha venido para quedarse, dado el valor que tienen como activos refugio y el temor existente entre los inversores a que la desaceleración económica mundial iniciada con la guerra comercial entre Estados Unidos y China sea el desencadenante de una nueva crisis económica", comenta Aitor Méndez, analista de IG Markets.

El mercado apuesta porque siga el ‘toma y daca’ entre Washington y Pekín, después de que el Banco Popular de China haya abandonado su política de sostener al yuan por debajo de los 7 yuanes por dólar. El supervisor monetario ha vuelto a debilitar el anclaje medio de la divisa, alrededor del cual sólo puede fluctuar un 2%, lo que incrementa el peligro de una nueva respuesta de EEUU. La Casa Blanca tomó la decisión de designar al gigante asiático como “manipulador de divisas” de forma oficial, lo que le permite imponer sanciones al país y pedir apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Estas actuaciones pueden escalar aún más las tensiones y provocar otra respuesta arancelaria”, indica Erlam. por lo que “se disparará de nuevo la aversión al riesgo, añadiendo más gasolina al subidón del oro”.

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