La volatilidad ha llegado para quedarse en la libra (-0,5% frente al euro y el dólar este jueves y -1% el miércoles). La divisa inglesa seguirá estando sujeta a turbulencias ante los constantes reveses del Brexit. El órdago de Boris Johnson de este miércoles no hizo más que acentuar este aspecto. Y el 'sí' de la Reina de Inglaterra a los planes del primer ministro de mantener cerrado el Parlamento fue otro clavo en la tumba.
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El índice de volatilidad del emparejamiento entre la libra y el dólar ha escalado hasta el 13%, máximos desde el pasado 7 de enero cuando creció el riesgo de un Brexit sin acuerdo de cara a una votación inminente.
La misma fiabilidad que el peso mexicano. Así se traduce este dato que recluye a la libra a estar en el mismo grupo de divisas de mercados emergentes. La libra escaló por encima de los 1,23 dólares el martes tras el tono conciliador con el que dio fin la reunión del G-7.
La divisa afronta ahora la pérdida de los 1,10 dólares si Reino Unido acaba dejando la Unión Europea sin acuerdo, según el consenso de analistas recogidos por 'Bloomberg'. Por el momento, el analista Jasper Lawler apunta que se está aferrando bien al soporte de los 1,22 dólares.
Desde Monex Europe destacan que "la aguda depreciación de la libra esterlina es una clara consecuencia de las perspectivas de una profunda recesión de la economía con el consiguiente ajuste de la política monetaria".
Con todo, destacan que ahora se abren dos escenarios ante la moneda: un camino sin obstáculos hacia un Brexit unilateral y el bloqueo parlamentario que puede crear una crisis en el país. En cualquiera de ambas posibilidades, "la volatilidad de la libra está asegurada".
