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Sharecast / Michal Jarmoluk via Pixabay

La dependencia de Europa del gas ruso no es algo nuevo. Tampoco lo es en Alemania, uno de los países del Viejo Continente que más importa este combustible desde Rusia, y que se ha visto afectada por los cortes de suministro realizado por Rusia como respuesta a las sanciones impuestas por la Unión Europea. Sin embargo, la República Federal cree tener razones para temer que el corte sea total a finales de este mes.

Gazprom, la mayor gasista rusa y cuyo mayor accionista es la propia Federación de Rusia, ha reducido significativamente el flujo de gas que envía a territorio alemán y a Europa en su conjunto a través del gasoducto Nord Stream, aduciendo a unos retrasos en los arreglos de varios equipos por parte de la germana Siemens. Ahí radica el principal problema y es que la compañía rusa ha anunciado un parón técnico de diez días que comenzará la próxima semana.

Estas labores de mantenimiento, que está previsto que se desarrollen entre el 11 y el 21 de julio, obligarán a cerrar temporalmente esta infraestructura, por lo que no llegará gas ruso por esta vía durante al menos esos diez días. Este cierre se produce en un contexto en el que los gobiernos europeos se están volcando para llenar sus reservas estratégicas y hacer acopio de cara al invierno, al tiempo que intentan reducir su dependencia de los hidrocarburos rusos como parte de la respuesta contra Rusia por su actuación en Ucrania.

Pero, como decimos, Alemania teme que este cierre sea aprovechado por Rusia para cortar definitivamente el flujo del gas hacia Europa, una región que importa cerca del 40% de sus necesidades energéticas de Rusia. “No podemos descartar la posibilidad de que el gas deje de ser enviado a Europa por razones políticas”, ha señalado Klaus Mueller, presidente del Bundesnetzagentur, el regulador energético alemán.

Por el contrario, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha definido esta situación como una “crisis artificial” creada por Europa y ha asegurado que Rusia está dispuesta a seguir suministrando gas a Europa después del 21 de julio… siempre que se cumplan sus condiciones: efectuar el pago en rublos. En las últimas semanas, países como Finlandia, Países Bajos o Polonia han visto como se ha cortado el flujo de este hidrocarburo tras negarse a pagar en moneda rusa.

Recientemente, hemos sabido que Alemania está preparando una ley que permita rescatar a las energéticas más afectadas por la crisis del gas ruso, mientras que Francia prepara un texto que permita explotar las infraestructuras gasísticas galas y asegurar el suministro de gas y electricidad, preparándose así para un escenario de interrupción total de gas ruso.

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