• Aumentar repentinamente la impresión de dinero puede disparar la inflación
  • Si hay una excesiva oferta de billetes, su valor se reduce drásticamente según las teorías económicas
bce, banco central europeo

La deuda no es sólo un problema de España. La Zona Euro acumula más de 9 billones de euros de deuda, un 94% del PIB, frente al prácticamente 100% que debe la economía española. Ante esta tesitura, muchos expertos se preguntan por qué el Banco Central Europeo (BCE) no imprime más billetes para poder pagar esa deuda.

Los países que han intentado poner en marcha ese mecanismo, han sufrido consecuencias económicas peores

La teoría económica demuestra que la impresión de billetes puede transformarse en un problema mayor que la propia deuda. En otros momentos de la historia, los países que han intentado poner en marcha este mecanismo, han sufrido las consecuencias en sus economías durante mucho tiempo, tal y como recoge Europa Press.

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Uno de los casos más conocidos es el de la hiperinflación en la República de Weimar. En pleno periodo de entre guerras, en 1923, la inflación era tan fuerte que a los alemanes les salía más rentable quemar los billetes para calentarse que comprar madera con esos mismos billetes. En 1921 un periódico costaba en Alemania 0,3 marcos, y un año más tarde la misma publicación costaba 70 millones de marcos.

De hecho, una de las mayores obsesiones del Gobierno alemán y de los pactos de estabilidad en Europa radican en el control de precios, ya que el país germano vincula el auge del nazismo a los altos precios que se vivían en Alemania en aquellos años y toda la repercusión que tuvo en su economía.

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LA OFERTA Y LA DEMANDA

Si un país decide aumentar la cantidad de dinero en circulación por encima de lo que se considera una tasa de reposición normal, como la que va ligada a la renovación de billetes en mal estado, se traducirá en una inflación por la elevación de precios. De esta manera, la inflación crecerá tanto, que el país y los ciudadanos serán más pobres.

En este sentido, también entra en juego la ley de la oferta y la demanda: una excesiva oferta de dinero hace que su valor se reduzca drásticamente. Además, esta disminución del valor de la divisa hace que se pierda capacidad importadora y que aumenten las exportaciones, lo que aumenta aún más el nivel de precios, debido a que la demanda exterior se puede disparar.
En ese momento es en el que el primer problema, que sería la deuda, desencadenaría en otro, la inflación, que acarrearía a su vez más obstáculos para la economía traducidos en deterioros en el empleo, la igualdad o la fiscalidad.

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EL PAPEL DEL BCE CON SU QE O FLEXIBILIZACIÓN CUANTITATIVA

El BCE ha querido intervenir en el mercado pero a través de su programa QE o flexibilización cuantitativa. Se trata de una herramienta de política monetaria para aumentar la oferta de dinero y así estimular la economía. De esta manera, el organismo dotará al sistema de liquidez, aumentando la cantidad de dinero en circulación en el mercado a través de la compra de obligaciones, por lo general bonos, para que empresas, bancos e instituciones dispongan de dinero con el que impulsar la economía.

Con este instrumento de liquidez, el BCE espera que Europa mantenga su nivel de inflación a medio y largo plazo entre el 0% y el 2%, tal y como se reflejan en todos los pactos refrendados por los socios europeos.

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