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Reuters

Las noticias de que Reino Unido ha acatado las condiciones de la Unión Europea (UE) para una prórroga larga del Brexit, hasta el 31 de octubre, no han provocado apenas reacción en la libra. Ni frío ni calor para una moneda que ya tenía descontado este desenlace en el precio y que se mantiene sobre los 1,31 dólares, sin apenas rastro de la volatilidad de las semanas anteriores.

Este jueves, la divisa cotiza con alzas moderadas, de un 0,14%, pero retrocede suavemente desde los máximos del miércoles, en los 1,3120, precio que se ha convertido en una resistencia de corto plazo, donde se ha detenido el avance de la libra contra el dólar desde hace una semana. En cuanto a su cruce con el euro, tampoco presenta grandes cambios y los analistas de Danske Bank apuestan porque se mantenga en rango entre las 0,85 y las 0,87 libras.

La divisa comunitaria, por su parte, se mantiene anclada en los 1,1280 dólares. Los analistas coinciden en señalar que la ultra moderación del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y la reiteración del compromiso del instituto emisor con el objetivo de inflación al 2% no dieron renovadas razones a los operadores para vender la moneda única. Por contra, el euro se ha visto aupado por la caída del dólar tras las actas de la Fed, que reiteraron que los tipos en EEUU se mantendrán sin cambios en 2019.

El desenlace del Brexit también ha animado a los inversores, que tampoco han encontrado motivos de desaliento en los datos macro de Alemania este jueves, cuando se ha publicado el IPC de marzo y cuyo resultado ha cumplido con las expectativas de los analistas. El principal problema tanto para el BCE como para los mercados es la perspectiva macroeconómica que confirma, dato a dato, el frenazo del crecimiento, con focos especialmente problemáticos, como Alemania, donde los indicadores presagian una recesión. El mes pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo su pronóstico de crecimiento en la zona euro a solo el 1%. Esta semana, ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI) quien ha rebajado sus previsiones para los socios del euro: ha recortado otro 0,5% el país germano -cuyas proyecciones ya redujo seis décimas en enero-, otro 0,5% en Italia, dos décimas en el caso de Francia y una para España.

LAS MIRADAS EN MAY

Así las cosas, los expertos de Danske Bank, advierten que la extensión de más de medio año del proceso de divorcio no acabará con el drama político en Reino Unido. Llaman a seguir muy de cerca la reacción de los partidos, especialmente de los ‘tories’, quienes persiguen una pronta dimisión de la primera ministra británica, Theresa May. Los analistas políticos explican, no obstante, que la prórroga garantiza que la ‘premier’ se aferre a su silla unos meses más.

Mientras que las reglas del partido conservador recogen que no puede haber otra moción de confianza en el liderazgo del partido hasta diciembre, los líderes de los ‘backbenchers’ conservadores (el llamado comité de 1922) decidieron ayer que intentarán persuadir a May para que renuncie pronto. “Es difícil predecir qué sucederá, pero como parece poco probable que la Cámara de los Comunes respalde el acuerdo de Theresa May y un avance en las conversaciones entre partidos no es inminente, el desenlace se prevé en manos de la UE, de nuevo el 31 de octubre, cuando se debatirá una nueva prórroga”, explican los expertos de la entidad danesa.

Después de la cumbre de la UE, la canciller alemana, Angela Merkel se mostró abierta ante la posibilidad de una nueva extensión.

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