La libra no encuentra sosiego en durante las jornadas cruciales que se están viviendo en el Parlamento británico y que mantienen a la moneda en una danza alocada de máximos y mínimos. Los expertos recomiendan aparcar la moneda en la operativa intradía, mientras avisan de que la volalitidad seguirá "elevada".
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"La incertidumbre política no dará tregua a la moneda de Reino Unido, ya que se especula con un segundo referéndum o con elecciones anticipadas", indican los expertos de Sucden Financial. De hecho, las ventas han vuelto a apoderarse de la divisa después de que el miércoles tocara máximos de nueve meses contra el dólar, en los 1,3378 dólares y se disparara más de un 2%. Contra el euro logró estirar su hito de 21 meses, hasta las 0,8472 libras por euro, niveles no vistos desde mediados de mayo de 2017.
Ambos cruces se han dado la vuelta y la moneda cede un 0,5% contra su rival europea, casi lo mismo que cae contra el 'billete verde'. A pesar de que algunos analistas apuntan a que la libra descuenta una prórroga del artículo 50 del Tratado de Lisboa que regula el Brexit, los mensajes que llegan desde los Veintisiete hacen presagiar que Europa no lo da por hecho, al contrario que Reino Unido.
Este miércoles, la Cámara de los Comunes ha rechazado un Brexit sin acuerdo y el jueves respaldará pedir una prórroga a sus socios comunitarios en una nueva sesión parlamentaria. Pero la pregunta que se formula el mercado es si al Unión Europea (UE) aceptará fácilmente esta reclamación. "El hecho de que el Parlamento británico no quiera un Brexit sin acuerdo no implicará que este no se produzca de forma automática el 29 de marzo si no se toman medidas para impedirlo", apunta Aitor Méndez, analista de IG Markets.
En este sentido, los expertos de Oxford Economics comentan que la posible extensión será "corta, inferior a dos meses", porque las elecciones al Parlamento Europeo se celebran entre el 23 y el 26 de mayo. En su opinión, la única solución posible para que May obtenga el apoyo del Parlamento es que pacte un acuerdo de salida con el Partido Laborista, que sea apoyado también por la mayoría del Partido Conservador.
