• Su intención es trasladar allí la embajada en el futuro
  • Los expertos advierten de la posibilidad de disturbios en la ciudad
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Donald Trump, presidente de Estados Unidos

Otro fuego en el mapa geopolítico que tiene como uno de sus epicentros a Donald Trump. El presidente estadounidense ha afirmado que no se pueden resolver los problemas "haciendo las mismas suposiciones fallidas y repitiendo las mismas estrategias fallidas del pasado", y por eso ha reconocido a Jerusalén como capital de Israel. "Este es el momento", ha declarado Trump, aunque ha criticado que debería haberse hecho "hace años".

Este paso supone una ruptura con la política histórica de Estados Unidos y convierte al país de Trump en el primero en reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. Además, esta decisión va en contra de las recomendaciones o peticiones de sus aliados occidentales y árabes, que advierten del riesgo de disturbios y de la posibilidad de que haya una escalada de la tensión tanto en la ciudad, en el país y, en general, en Oriente Medio.

Trump asegura que su decisión no supone que Estados Unidos tome posiciones en el conflicto

En opinión de Trump, esta decisión es "lo mejor para los intereses de Estados Unidos y la búsqueda de la paz entre Israel y Palestina". "Es algo que había que hacer", ha añadido, aunque ha recalcado que su decisión no supone el abandono de un acuerdo de paz ni que Estados Unidos tome posiciones en el conflicto. Además, ha declarado que las fronteras de la ciudad de Jerusalén deberán fijarse entre israelíes y palestinos.

"Israel es una nación soberana y tiene derecho a determinar su propia capital", ha dicho Trump, y ha defendido que Jerusalén es ya la sede del gobierno israelí moderno, el hogar de la legislatura de Israel y de la corte suprema.

Además, Trump ya ha trasladado al Departamento de Estado su intención de buscar unlugar para emplazar la embajada de Jerusalén en el mercado de lo que se espera que sea un proceso de traslado desde Tel Aviv que llevará años, según informa Europa Press. Trump firmará una dispensa de seguridad nacional demorando el traslado de la embajada, dado que Estados Unidos no cuenta con una estructura en Jerusalén a la que trasladarse. Un alto cargo de la Administración ha aclarado que el proceso podría prolongarse entre tres y cuatro años.

Pese a todo, con su decisión, una de sus promesas de campaña en 2016, Trump cambiará drásticamente la política que Estados Unidos ha mantenido desde hace décadas de que el estatus de Jerusalén forma parte de la solución de dos estados para israelíes y palestinos, quienes quieren que Jerusalén Este sea su capital.

Todos los aliados de Washington en Oriente Próximo han advertido en contra de las peligrosas repercusiones que la decisión podría tener cuando Trump habló con ellos el martes para informarles de sus intenciones. El presidente mantuvo conversaciones telefónicas con el presidente palestino, Mahmud Abbas, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el rey Abdalá II de Jordania y el rey Salman de Arabia Saudí.

Netanyahu asegura que es un día "histórico" y califica la decisión de "valiente y justa"

Tras la noticia, Netanyahu ha declarado estar "profundamente agradecido" por una decisión que ha calificado de "valiente y justa". "Es un día histórico", ha declarado el primer ministro israelí en un mensaje difundido en su Facebook. "Jerusalén ha sido la capital de Israel durante casi 70 años", así como el "centro de esperanzas, sueños y oraciones durante tres milenios". A su vez, Netanyahu ha advertido de que cualquier acuerdo de paz debe incluir a Jerusalén como capital de Israel y ha instado a los demás países a seguir el ejemplo de Estados Unidos.

En cuanto al movimiento islámico palestino Hamas, ha hecho un llamamiento a países árabes y musulmanes para "cortar los lazos políticos y económicos con las embajadas estadounidenses y a expulsar a los embajadores". En su opinión, Trump "abrió las puertas del infierno".

Por su parte, la Comisión Europea se ha mostrado "preocupada" por el anuncio y las repercusiones que podría traer en el proceso de paz. "La posición de la UE sigue sin cambios", ha señalado el organismo.

Desde España, no han tardado en llegar las primeras reacciones. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha calificado la decisión de Trump de "grave error" y cree que será "contraproducente" para promover una solución negociada.

RECONOCIMIENTO DE LA REALIDAD

"El presidente cree que esto es un reconocimiento de la realidad", ha indicado un alto cargo, que ha informado a la prensa sobre el anuncio. "Vamos a avanzar sobre la base de una verdad que es innegable, es un mero hecho", ha añadido. Desde el Gobierno estadounidense se defiende que lo que Trump se dispone a hacer es reconocer una verdad: que Jerusalén es la sede del Gobierno israelí y debería ser reconocida como tal.

Altos cargos de la Administración han señalado que la decisión de Trump no busca inclinar la balanza en favor de Israel y que acordar el estatus final de Jerusalén seguirá siendo uno de los apartados centrales de cualquier acuerdo de paz entre israelíes y palestinos. Estos últimos ya han dicho que el paso supondría "el beso de la muerte" a la solución de los dos estados.

Por el momento, no están claros los beneficios que la medida puede aportar a Trump, más allá de que la decisión será celebrada por los republicanos más conservadores y los cristianos evangélicos, buena parte de su base de apoyo político.

Una ley estadounidense aprobada en 1995 ya contempla que la legación diplomática debe estar ubicada en Jerusalén y no en Tel Aviv. Sin embargo, durante estas dos décadas los sucesivos presidentes han ido prorrogando una exención que plantea aplazar dicho traslado en aras del "interés nacional" (el propio Trump renovó dicha exención en junio de 2017).

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