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El descanso navideño ha servido a Moncloa y Generalitat para darse una tregua en sus recién reinstauradas relaciones. La reunión del 20 de diciembre y el acuerdo conjunto posterior dejó demasiados cabos sueltos y ambos ejecutivos se esforzaron en proyectar una imagen de control en los días siguientes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su rueda de prensa para valorar la acción del Gobierno; el de la Generalitat, Quim Torra, mediante un documento de 21 puntos que envió al Ejecutivo. Pero ninguno de los dos logró borrar la sensación de que no hay nada nuevo en el horizonte más allá de la escenificación del deshielo, por lo que el Govern quiere retomar el diálogo con una nueva reunión a mediados de enero.

Así se ha expresado la consellera de la Presidència, Elsa Artadi, pero su declaración no pasa de carta a los Reyes Magos, por el momento, ya que desde el Govern señalan que por ahora “no hay nada atado” y apuntan a que el encuentro, de producirse, se dará hacia finales de mes. Ni la fecha ni el formato. Tampoco se ha confirmado que se trate de una nueva reunión política entre Sánchez y Torra u otra ‘mini-cumbre’ a la que se unan más miembros de los gobiernos.

El parón de las vacaciones ha congelado la actividad de la administración, por lo que cualquier comunicado oficial sobre la tercera reunión llegará a partir de la semana próxima, cuando el Govern celebrará su consejo semanal. Será el 8 de enero y Artadi comparecerá en rueda de prensa para ofrecer más detalles tanto del supuesto cara a cara como de los dos documentos que el pasado día 1 de enero anunció que enviaría a Moncloa después de Reyes para negociar el encuentro.

Según avanzó, harán llegar el resultado de unos borradores con el análisis catalán de cómo se ha llegado hasta el momento actual en el conflicto entre Estado y la autonomía. En declaraciones a la Agencia Catalana de Notícies (ACN) también ratificó que la receta de la Generalitat para desatascar la situación sigue siendo un referéndum de autodeterminación. La novedad en las reivindicaciones de los independentistas es que reclaman una mediación o testimoniaje internacional y fuentes próximas intuyen que un paso de Sánchez en este sentido lubricaría las relaciones. Asimismo, aseguran que existen negociaciones acerca de una consulta no vinculante y dentro del marco de la Constitución.

CON LOS PRESUPUESTOS EN EL PUNTO DE MIRA

Fuentes próximas al Ejecutivo autonómico insinúan que durante los escasos diez días que han transcurrido desde esta rueda de prensa han proseguido los contactos de cara a medir hasta dónde pueden ceder dos socios que están condenados a entenderse. Moncloa y Generalitat se ven azuzados por las expectativas de Vox de cara a las elecciones generales. Los expertos dan a la formación de ultraderecha una notable representación en el Congreso y una reciente encuesta de ‘El Mundo’ arrojaba unos resultados de 45 escaños para el partido de Santiago Abascal. Suficientes para repetir en el Gobierno central el pacto con el PP y Ciudadanos que colocará a Juanma Moreno en la Junta de Andalucía.

Por lo tanto, la estrategia de Sánchez es sobrevivir en Moncloa hasta 2020, por lo que necesita del apoyo de los soberanistas a su plan presupuestario. PDeCAT y ERC, aunque siguen cerrados en banda a apoyar las cuentas socialistas, saben que un adelanto electoral a otoño podría dejar Moncloa en manos de la centro-derecha, que no dudará en imponer un nuevo 155 en la región.

El plan del presidente del Gobierno pasa por llevar las cuentas al Consejo de Ministros de 18 o 25 de enero y enviarlas luego al Congreso. Este calendario deja poco margen para dilatar el diálogo con la Generalitat, por lo que fuentes internas indican que Moncloa se pone de cara para oficializar la reunión entre Sánchez y Torra en la fechas propuestas por Artadi.

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