Ni autodeterminación ni mucho menos un referéndum en Cataluña, el PSOE y, especialmente Moncloa, encaran el diálogo entre partidos en Cataluña y la figura del relator con el objetivo de desatascar el conflicto en la región. Pretenden que dé soluciones políticas y que, llegados al momento en que el juicio a los políticos del 'procès' arroje una sentencia, "corregirla", según fuentes próximas.
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Calvo circunscribe el relator a la mesa de diálogo entre partidos en CataluñaEste posible devenir de las negociaciones genera cierto consenso en las fuerzas independentistas, especialmente entre los moderados del PDeCAT, proclives a permitir que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) sobrevivan en el Congreso más allá del 13 de febrero. Más allá de este punto, analistas políticos consultados ponen en cuarentena la efectividad de la mesa de formaciones políticas. Es especialmente crítico Jordi Pacheco i Canals decano del Colegio de Politólogos y sociólogos de Catalunya (Colpis), quien cree que "este espacio de diálogo es un brindis al sol porque ninguno de los implicados está en condiciones de ceder".
Asimismo, también cuestiona la capacidad de reconducir el dictamen del Supremo. Se ha hablado de posibles indultos y hasta de amnistía una vez el alto tribunal dicte sentencia, pero Pacheco i Canals pone en duda que los partidos puedan llegar a enmendar una posible condena. "Si se quisiera, el juicio se podría acabar inmediatamente, sólo hace falta una reforma del código penal que despenalice los supuestos por los que se acusa a los doce encausados", explica.
El problema es la inmensa presión que recibe el PSOE, como se ha visto en la reacción del PP y Ciudadanos acerca de la figura de este mediador. Por lo tanto, el politólogo desconfía de que dentro de unos meses, cuando Manuel Marchena y los otros seis magistrados a cargo del juicio lleguen a sus conclusiones, el escenario haya variado lo suficiente como para que "la mesa de diálogo tenga capacidad de intervenir".
Será con toda seguridad después de las elecciones del 26 de mayo cuando se conocerá la decisión judicial sobre los hechos del 1 de octubre. La vista oral contra los líderes del 'procés', acusados de rebelión, sedición, malversación y desobediencia, empieza el 12 de febrero y se espera que el proceso se prolongue unos tres meses. El líder de ERC, Oriol Junqueras, otros ocho exconsellers, la expresidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell y dos líderes de entidades independentistas se sentarán en el banquillo exactamente el mismo día que da inicio el debate de los Presupuestos en el Congreso.
La coincidencia de las fechas ha provocado que Esquerra Republicana haya lanzado un pulso al Gobierno al presentar una enmienda a la totalidad de las cuentas que sólo se retirará a condición de que el PSOE claudique. El veto de los republicanos y otra posible enmienda del PDeCAT, a no ser que se acepten sus condiciones -sumada a las de PP y Ciudadanos- devolverá el proyecto presupuestario al Gobierno y desembocará en un adelanto electoral.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, el de la Generalitat, Pere Aragonès y la consejera de Presidència, Elsa Artadi, siguen negociando sobre el único punto de las demandas soberanistas que es capaz de asumir Moncloa: que se designe un notario que dé fe de las negociaciones. El PSOE espera convencer a las fuerzas independentistas y que se repita el pacto de la moción de censura a Mariano Rajoy en el Congreso.
A VUELTAS CON EL NOMBRE
Así, el debate se centra en quién será este árbitro. Según avanzamos en Bolsamanía, la propuesta del PSC para ejercer de notario de las reuniones sería Miquel Roca, padre de la Constitución y abogado de la Infanta Cristina en el caso Nóos. El Confidencial Digital apunta este miércoles al presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre. El actual presidente de la patronal catalana ya ha mediado entre Govern y Generalitat y, según explica este medio, sería el candidato de Moncloa.
Ambos cumplen con los requisitos que dio Calvo: que sea una persona catalana que conozca bien el conflicto. En otros sectores se habla también del antiguo líder de los Comuns, Xavier Domènech, mientras desde la Generalitat insiste en que sea una figura internacional.
