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Pocos son los que se creen las últimas promesas de Rusia sobre la reducción de los ataques en Ucrania. De hecho, el jefe de la delegación rusa en las negociaciones con Ucrania, Vladimir Medinski, ha precisado que la disminución de las operaciones militares en Kiev y Chernígov, anunciada tras las conversaciones en Estambul de este martes, "no significa un alto el fuego". Si las bolsas subieron ayer por el optimismo sobre este asunto, hoy vuelven a dudar, mientras los analistas hacen gala también del escepticismo generalizado.

"Desgraciadamente, la guerra aún puede empeorar en las próximas semanas, quizás con una nueva presión sobre Kiev o con más ataques rusos sobre Jarkiv y Odesa", comentan hoy los expertos de Berenberg en un informe.

En opinión de los analistas de la firma alemana, no habrá "más claridad sobre el posible resultado de la guerra hasta mayo". Mientras tanto, será importante comprobar si en las próxima semanas Kiev, Odesa y otras regiones alejadas de la frontera rusa corren menos peligro que antes. "Las consecuencias de esto podrían ser importantes", comentan desde Berenberg. "Más allá del impacto militar inmediato, un conflicto más estático podría reducir la probabilidad de que la Unión Europea (UE) aumente sus sanciones hasta llegar a un embargo total de las importaciones energéticas de Rusia, lo que sería costoso para ambas partes", explican.

Una guerra más 'contenida', por decirlo de alguna manera, permitiría también a Ucrania cultivar más sus tierras y reanudar al menos algunas exportaciones de grano, reduciendo el riesgo de colapso casi total de la producción. 'Reuters' ya avanzó el pasado fin de semana que Ucrania ha empezado a exportar algo de grano por tren. Igualmente, una situación más controlada frenaría el flujo de refugiados hacia la Unión Europea.

LAS HIPÓTESIS DE BERENBERG

Al tiempo que espera una mayor claridad sobre el resultado de la guerra en mayo, tal y como se apunta más arriba, Berenberg prevé también un petróleo más estable y descarta esa opción de que la UE detenga todas las importaciones de energía de Rusia de forma abrupta.

"Tras un aumento del barril Brent hasta los 125 dólares, los precios del petróleo se normalizarán gradualmente hasta los 90 dólares a principios de 2023", estima.

Estos analistas reconocen que no está claro que se cumplan sus hipótesis, pero remarcan que las últimas noticias apuntan hacia esta dirección.

"En conjunto, los riesgos siguen al alza de cara a los próximos dos meses, pero probablemente menos que antes de los recientes acontecimientos militares que parecen haber reforzado la posición ucraniana en relación con la rusa", concluyen.

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