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Janet Yellen, futura secretaria del TesoroALEX WONG - Archivo

La "tragedia" sanitaria y económica que encara Estados Unidos por la pandemia de coronavirus exige actuar con "urgencia", porque "la inacción podría causar aún más devastación". Son las palabras de Janet Yellen, ex presidenta de la Fed y que será nueva secretaria del Tesoro cuando Joe Biden sea presidente de EUU.

Una de las primeras tareas de Yellen será intentar forjar un acuerdo entre demócratas y republicanos para que el Congreso apruebe un nuevo plan de estímulos fiscales y económicos, en un momento especialmente duro, debido a la expansión del Covid-19 por territorio americano.

Las negociaciones en Washington permanecen estancadas, porque los demócratas quieren un plan más ambicioso de unos 2,5 billones de dólares, mientras los republicanos defienden una cantidad menor, de 1,8 billones. Así, el trabajo de la nueva secretaria consistirá en acercar posturas e intentar aprobar los nuevos estímulos lo más pronto posible.

Yellen, de 74 años, ocupó la presidencia de la Fed entre 2014 y 2018, cargo para el que fue nominada por Barack Obama tras la marcha de Ben Bernanke, y desde el que se encargó de culminar la normalización de la política monetaria estadounidense tras las medidas extraordinarias adoptadas por su predecesor para hacer frente a la crisis financiera global, incluyendo cinco subidas de los tipos de interés.

Yellen es doctora en Economía por la Universidad de Yale y, además de su labor como banquera central, cuenta con una amplia experiencia académica en la Universidad de California (Berkeley). Asimismo, presidió durante dos años el Consejo de Asesores Económicos del expresidente estadounidense Bill Clinton.

Con su nombramiento, Joe Biden, mata dos pájaros de un tiro: garantiza un largo período de políticas ultra flexibles en los frentes fiscal y monetario, gracias al tándem que Yellen hará con el presidente de la Fed, Jerome Powell; y firma un armisticio con el banco central.

La elección de Yellen abre un nuevo período de completa armonía entre las dos instituciones, con los mercados más que contentos de que la economista, que ostenta el honor de haber sido la única persona de toda la historia en sentarse al frente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, la Fed y, ahora, el Tesoro, haga equipo con Powell para darle un fuerte impulso al crecimiento.

Su veteranía “ofrece suficientes garantías a los mercados de que el país estará en unas manos seguras como para que Wall Street no deje de sonreír”, indican los expertos de Rabobank. Además, destacan que contar con una secretaria del Tesoro que conoce la Fed al dedillo “tiene sus ventajas”.

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