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Las bolsas neoyorkinas 'pasan olímpicamente' de Donald Trump. Mientras el presidente estadounidense está enfrascado en la contienda con Irán, que podría acabar en guerra, Wall Street ni se inmuta e incluso se mueve en la zona de máximos históricos. Los inversores parecen haberse acostumbrado a las idas y venidas del hombre más importante del mundo.

Este jueves, Irán derribó un dron estadounidense en el estrecho de Ormuz y Trump no tardó en responder al país de Oriente Medio con un mensaje a través de su cuenta de Twitter: "Ha cometido un gran error". Las posibilidades de un conflicto bélico se acrecentaron y el presidente estadounidense, más allá de calmar los ánimos, dejó entrever que estaba planeando un ataque. "Pronto lo descubrirán", comentó en una rueda de prensa.

Ese mismo día, los parqués neoyorkinos subieron casi un 1%. Los inversores hicieron caso omiso a las amenazas de Trump, alentados por las expectativas de una bajada de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), que, el día anterior, había concluido su reunión dejando la puerta abierta a una rebaja de las tasas para septiembre o 2020.

En la madrugada española del jueves al viernes, el presidente estadounidense aprobó ataques militares contra Irán en represalia por el derribo del dron. Él mismo confirmo esta noticia, adelantada por 'The New York Times', también a través de Twitter, aunque se retractó al conocer que morirían 150 personas. Eso sí, no descartó realizar otra ofensiva: "No tengo prisa".

Tras estas palabras, el mercado podría haberse puesto nervioso ante lo que parece un inminente conflicto bélico entre EEUU e Irán, si no se alcanza a un acuerdo que parece lejano. Sin embargo, lejos de alarmarse, Wall Street cerró este viernes con leves pérdidas, tras cotizas prácticamente plano durante toda la sesión.

Las guerras suelen afectar negativamente a las bolsas. El 24 de marzo de 2003, cuando los estadounidenses se dieron cuenta de que la guerra de Irak (que comenzó cuatro días antes) no iba a terminar con una victoria aplastante ante la resistencia del país asiático, los índices neoyorkinos se desplomaron más de un 3,5%. Sin embargo, aunque todavía no se ha desatado el conflicto bélico entre EEUU e Irán, es significativa la pasividad de los inversores ante esta situación.

Donde sí se descuenta un enfrentamiento armado es en los futuros del petróleo. Por el estrecho de Ormuz se transporta alrededor del 24% de la producción mundial de crudo y EEUU e Irán son dos de las grandes potencias petroleras. Por ello, tanto el barril West Texas como el Brent han subido con fuerza desde el jueves, acumulando repuntes superiores al 5%.

WALL STREET RONDA SUS MÁXIMOS HISTÓRICOS

El mercado estadounidense parece ser inmune a Donald Trump. No solo en este último conflicto con Irán, sino con todas las situaciones que ha creado en este convulso 2019. La guerra comercial con China, la amenaza de aranceles a México y los impuestos a los automóviles de la Unión Europea (UE) y Japón, entre otros acontecimientos sucedidos en 2019, no han desplazado a Wall Street de su tendencia alcista. Los inversores se han lanzado a comprar cada vez que el presidente rebajaba las tensiones con estos países.

Así, en lo que va de año, el S&P 500 se ha revalorizado un 17,7% y el pasado jueves marcó nuevos máximos históricos en los 2.953 puntos. Por su parte, el Dow Jones ha subido 14,5% y se sitúa en los 26.799 puntos, muy de la cota máxima de su historia (26.951). Además, el Nasdaq ha repuntado un 22,1% en 2019, hasta los 8.038 enteros, mirando hacia su máximo histórico, que está en los 8.176.

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