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Las subidas de tipos, la razón que hace interesante al sector en tiempos de guerra. EUROPA PRESS - Archivo

La guerra en Ucrania está trastocando los planes de medio mundo. Mientras la renta variable continúa con una alta volatilidad, las materias primas se disparan. Un ejemplo de ello es el petróleo, que ha llegado a niveles no vistos desde 2008. Ante este panorama, sectores como el bancario se ven perjudicados en informes como el de JP Morgan de esta semana, en el que sus expertos recortaron el precio objetivo a varias entidades españolas. Sin embargo, puede que las entidades financieras puedan aprovechar el momento gracias a las subidas de tipos de los bancos centrales para controlar la inflación.

Puede consultar aquí el directo especial de 'Bolsamanía' sobre la guerra.

El sector bancario europeo tiene en la guerra en Ucrania una amenaza. Sin embargo, según JP Morgan no es por el peso de las entidades rusas en el conjunto del sistema, puesto que éste es relativamente pequeño al contar con 1,6 billones de dólares en activos en comparación con los 40 billones de la UE. Tampoco es por la exposición directa en Rusia, dado que ésta representa 8.000 millones de dólares en acciones y deuda del grupo, así como 210.000 millones de dólares en exposición a bancos, empresas y bancos centrales relacionados con Rusia.

Estos expertos sostienen que el verdadero riesgo viene del posible efecto contagio al capital riesgo de los comerciantes de materias primas, aunque esto es generalmente manejable; y el efecto contagio económico en Europa. Precisamente, este último punto les lleva a recortar sus previsiones de beneficios en un 14%-15% anual. Estos recortes, según los expertos de JP Morgan, están en línea con el rendimiento de los bancos europeos, es decir, “totalmente descontado ya en nuestro caso base, que no asume un escenario de estanflación o recesión”.

“Incluso después de reducir nuestras previsiones de recompra y dividendos, creemos que la relación riesgo-recompensa es positiva ahora después del reajuste, con el impacto del capital CET1 de sólo -20 puntos básicos para 2024 (según sus estimaciones) para los bancos europeos, que se valoran a sólo 4,4x en la ratio precio/beneficio operativo anterior a la provisión, 7,6x precio/beneficio, 0,7x precio/valor liquidativo y 9,8% RoTE con una rentabilidad total del 8% en 2023/2024”, argumentan.

LAS SUBIDAS DE TIPOS

En este escenario, ven poco probable que el Banco Central Europeo adopte un enfoque global sobre los pagos de los bancos en la zona euro bajo su supervisión. De hecho, sostienen que en este escenario prevén aún tres subidas de tipos hasta 2024.

En esta línea, Bank of America pronostica cinco subidas de tipos para la zona euro en 2023, además de que esperan que se produzcan otras cinco en Reino Unido, pero durante este año. “Consideramos que esto dará lugar a un aumento de los beneficios bancarios y, en la mayoría de los casos, compensará el menor crecimiento potencial. Reiteramos nuestra opinión positiva sobre el sector”, argumentan. Esto se debe a que, según sostienen en su último informe, “15 años de tipos cero han destrozado la rentabilidad de los bancos”.

“Los bancos son fábricas que producen depósitos sin remuneración y de bajo coste: 6,7 billones de euros de depósitos asegurados sólo en la zona euro. En un entorno de tipos negativos, éstos generaban pocas pérdidas y ganancias. El regreso de la inflación significa probablemente que esa era ha terminado”, explican.

Por otro lado, en Deutsche Bank no han cambiado mucho si visión al respecto del sector, debido a que “los tipos de interés a plazo se mantienen en gran medida sin cambios o incluso más altos, mientras que la actividad económica se ralentizará”.

LAS ACCIONES FAVORITAS DE LOS ANALISTAS

Estos analistas se decantan por los bancos con una orientación costes/consenso más conservadora a la luz de la presión inflacionista. “La buena calidad de los activos y las provisiones existentes deberían ayudar a hacer frente a la presión sobre los prestatarios por el aumento de los precios de la energía y los riesgos macro”, sentencian.

Por todo ello, meten a DNB entre su selección de acciones bancarias, en las que ya estaban Bank or Ireland, Erste, Lloyds y UBS, mientras que sacan a Société Générale y Unicredit, por sus exposiciones directas a Rusia.

En cuanto a las preferencias, en JP Morgan también se decanta por UBS, DB, Lloyds, AIBG, Sabadell y Nordea, evitando de cualquier forma las entidades con exposiciones directas a Rusia, como los bancos franceses, italianos y del Benelux.

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