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Petróleo y bolsas.

La inflación no es el único gran 'coco' que amenaza a las bolsas. Al menos, para las estadounidenses. La vida se está volviendo más y más cara para el americano promedio, y el rally del petróleo puede ser, según Kriti Gupta de Bloomberg, ese último "clavo en el ataúd" de la renta variable.

Los precios del crudo han vuelto a sus niveles de 2018, justo antes de que la guerra comercial entre China y EEUU se recrudeciese.

En esta primera mitad de 2021, el petróleo acumula una subida del 45% tras otra alza, pero del 26%, en los seis meses previos. Actualmente, cotiza en los 75 dólares el barril (tanto el West Texas, referencia en EEUU, como el Brent, referencia en Europa) y muchos ya lo ven tocando los 100 dólares.

Que el petróleo suba es, obviamente, una muy buena noticia para los productores de esquisto, pero no tan buena para las economías tan consumistas y dependientes de esta materia prima, como EEUU. Ahí es donde entra el quebradero de cabeza para las bolsas, al menos para Wall Street.

El gasto del consumidor ya se está empezando a moderar, y es probable que los efectos de los estímulos fiscales se desvanezcan a partir del próximo mes de septiembre, según apunta Gupta. Unos precios más elevados, ya sea de comida como de gasolina, probablemente desemboquen en menos gastos y traslados, lo que a su vez acarreará menos ingresos y menos ganancias para muchas de las integrantes de la América corporativa.

OJO CON LA CORRELACIÓN ENTRE AMBOS

Este experto sugiere que la preocupación sobre esto ya se deja ver, por ejemplo, en la correlación a 66 días entre el S&P 500 y el barril de Brent. "Tradicionalmente es positiva porque la demanda de esquisto tiende a verse acompañada de un fuerte crecimiento económico, que a su vez da alas a las bolsas, pero ahora es negativa, algo que no veíamos desde 2017", alerta.

La última vez que esa correlación entre ambos descarriló, el exceso de oferta fue la mayor preocupación del crudo durante tres años que vieron un fuerte crecimiento mundial. "También fue el primer año de Trump como presidente, con su agenda de políticas favorables del crecimiento y la rebaja de impuestos", recuerda Gupta.

En definitiva, si esta correlación entre ambos sigue siendo negativa y teniendo en cuenta la actual narrativa de los mercados, "la mejor señal bajista para las bolsas pueden ser las alzas de las materias primas (como el petróleo)", concluye.

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