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Reuters

Los mercados no se esperaban lo que ha ocurrido con los bancos y por eso tampoco están nada convencidos con las medidas que han anunciado este fin de semana las autoridades estadounidenses para afrontar la situación. Esto está haciendo que las bolsas europeas sigan hundiéndose este lunes (especialmente el Ibex y el Ftse MIB italiano, donde el peso de las entidades financieras es mayor) y que los futuros americanos hayan pasado de anticipar fuertes alzas tras las caídas de finales de la semana pasada a cotizar planos.

Teóricamente, las subidas de tipos eran una buena noticia para los bancos y, mientras que sí que ha preocupado su efecto económico y la posibilidad de que provocaran una recesión, no existía el temor a que esto diera lugar a una crisis bancaria.

La quiebra de Silicon Valley Bank (SBV) provocada por el impacto de una política monetaria sumamente agresiva por parte de la Reserva Federal (Fed) ha sido, por tanto, una 'sorpresa' mayúscula, y la rapidez con la que han actuado las autoridades estadounidenses, lejos de tranquilizar, asusta aún más.

La crisis bancaria se desencadenó después de que SVB cristalizara una pérdida de 1.800 millones de dólares en una cartera de bonos de 21.000 millones, asustando a inversores y clientes. "El prestamista del sector tecnológico adoptó una postura sobre los tipos de interés el año pasado y calculó mal el nivel esperado de subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, lo que le acarreó fuertes pérdidas. Además, el aumento del coste de financiación y la volatilidad de los mercados financieros, que provocó una escasez de OPI, dificultaron la vida de muchos de los clientes de nuevas empresas tecnológicas de SVB, algunos de los cuales retiraron sus depósitos, presionando a SVB", explica Victoria Scholar, directora de inversiones de Interactive Investor.

El Departamento del Tesoro ha designado este fin de semana tanto a SVB como a Signature, el banco especializado en ‘criptos’ también quebrado la semana pasada, como sistémicos, y ha anunciado un plan para respaldar a los depositantes.

Así, éstos tendrán pleno acceso a sus depósitos como parte de las múltiples medidas que se han aprobado. El fondo de seguro de depósitos de la FDIC se utilizará para cubrir a los depositantes, muchos de los cuales no estaban asegurados debido al límite de 250.000 dólares de los depósitos garantizados.

Junto con esa medida, la Reserva Federal también ha dicho que está creando un nuevo Programa de Financiación Bancaria a Plazo destinado a salvaguardar a las instituciones de la inestabilidad del mercado provocada por la quiebra del SVB.

¿ACERTADAS O NO ACERTADAS?

Goldman Sachs considera, directamente, que estas medidas se quedan cortas en comparación con las que se adoptaron durante la crisis financiera de 2008.

Juan José Fernández-Figares, analista de Link Securities, cree que son acertadas. "Si bien es cierto que tanto el SVB, cuya actividad estaba muy ligada a la operativa del capital riesgo y al mundo de las startups tecnológicas y biotecnológicas, como el Signature Bank, que se mueve en el mundo de las criptodivisas, son casos muy puntuales, también lo es que el dinero es muy miedoso y que el riesgo de que la 'corrida bancaria' sufrida por el SVB se pudiera extender a otras entidades, especialmente a los bancos pequeños y regionales, era una posibilidad que los reguladores han querido evitar a toda costa".

SVB era la decimosexta mayor entidad bancaria de EEUU -la mayor que quiebra desde 2008- y la revista Forbes declaró al banco como uno de los mejores del país en 2022.

"Esto evidencia que cuando los depositantes de una entidad pierden la confianza en la misma, importa poco la fortaleza y la capitalización de la misma, como se ha demostrado en este caso y en muchos otros anteriores", apunta Fernández-Figares.

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