Las sicav, ese tipo de sociedades de inversión en las que invierten la gran mayoría de ricos españoles, registraron en 2017 un beneficio neto cercano a los 1.550 millones de euros, un 65% más que el año anterior, a pesar de haber menos sociedades en activo y tener éstas menos patrimonio y menos accionistas, según la CNMV.
Este crecimiento anual de beneficios en las sicav es el más alto de los últimos cinco ejercicios. En 2016, su resultado neto (de 940 millones) sólo se incrementó en un 13,5% respecto a un año antes, mientras que en los dos ejercicios anteriores había descendido en un 50% y en un 31%, respectivamente, según se desprende de las cifras sobre instituciones de inversión colectiva de la CNMV a cierre del primer trimestre.
Sobre su resultado bruto, las sicav pagaron casi 15 millones en concepto de impuesto sobre beneficios, lo que implica un tipo efectivo del 0,9%. El tipo nominal al que estas sociedades tributan por sus beneficios es del 1% por ley.
A cierre de marzo, el estado de situación de las sicav, sin embargo, había empeorado, con menos negocio de por medio. Había 2.783 sicav con un patrimonio conjunto de 30.755 millones de euros, pertenecientes a 419.722 accionistas. Estas tres métricas de negocio han retrocedido interanualmente: en un 8,6% el número de sicav, en un 5,8% su patrimonio y en un 6,3% el número de accionistas.
LAS SICAV, EN ENTREDICHO POR LOS POLÍTICOS
La creación de nuevas sicav también se ha desplomado por la incertidumbre política. En las últimas elecciones generales, los cuatro grandes partidos políticos en liza (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) llevaban al mismo tiempo en sus respectivos programas electorales una posible modificación del régimen de las sicav, algo insólito desde que España entró en democracia.
Por el momento, sin embargo, las sicav no han sido tocadas, aunque el temor entre los grandes inversores no se ha disipado del todo, pendientes de que el nuevo ejecutivo retome este planteamiento. Su mercado no se ha hundido como tal, pero sí se ha desacelerado. El ritmo actual de creación de nuevas sicav es el más bajo de la última década. Desde el debate electoral de 2015, las nuevas sicav han llegado con cuentagotas: 17 en 2016, tres en 2017 y únicamente dos en 2018, de Andbank y GVC Gaesco.
Menos clientes de altos patrimonios ganaron más con sus sicav en 2017. Sin embargo, otros clientes han traspasado su dinero ante la incertidumbre a fondos de inversión, cuyo régimen no ha sido debatido por los políticos y, además, estos inversores ganan en confidencialidad sobre sus posiciones existentes, ya que las sicav tienen un consejo de administración por tener personalidad jurídica y los fondos no.
