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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha negado este martes que el organismo monetario "haya entrado en pánico" por la elevada inflación que se ha instalado en la zona euro.

En una entrevista concedida a 'Bloomberg' en el Foro Económico Mundial de Davos, ha explicado que el BCE "está en un punto de inflexión" y que su objetivo es "normalizar la política monetaria".

En este sentido, ha reiterado, tal y como comentó este lunes, que la era de los tipos negativos en la zona euro se terminará en septiembre, después de que el BCE suba los tipos en su reunión de julio y en la de septiembre.

"Es probable que estemos en condiciones de salir de las tasas negativas para fines del tercer trimestre", declaró en una publicación del blog del banco central titulado 'La normalización de la política monetaria en la eurozona'.

"Espero que el programa de compras APP finalice muy temprano en el tercer trimestre", ha dicho la banquera central, "esto permitiría una subida de tipos en julio, en línea con la previsión", añadió.

NORMALIZACIÓN DE LA POLÍTICA MONETARIA

Eso sí, quiso marcar terreno al decir que "esto no constituiría un endurecimiento de la política monetaria; más bien, dejar los tipos de interés sin modificar en este entorno constituiría una relajación de la política, que no está actualmente justificada".

Lagarde agregó que si la inflación se estabiliza en torno al 2% a medio plazo, será adecuada una mayor normalización progresiva hacia el tipo neutral. Esto garantizaría que la demanda volviera a ajustarse a la oferta y que las presiones inflacionistas disminuyeran.

"Pero la situación a la que nos enfrentamos actualmente se complica por la presencia de shocks de oferta negativos. Esto crea más incertidumbre sobre la velocidad con la que se reducirán las actuales presiones sobre los precios, sobre la evolución del exceso de capacidad y sobre la medida en que las expectativas de inflación seguirán ancladas en nuestro objetivo", explicó.

Así, cree Lagarde que "hay argumentos a favor del gradualismo, la opcionalidad y la flexibilidad al ajustar la política monetaria", declaró la banquera central. De igual manera, enfatizó que el BCE tiene una guía importante para la política, que es generar una inflación del 2% a medio plazo y se tomarán las medidas necesarias para hacerlo.

"Por esta razón, es prematuro en este momento discutir cómo las políticas de balance del BCE - en particular la reinversión del stock de activos adquiridos en el marco del PEPP y del APP que van a vencer - interactuarán con el proceso de normalización de los tipos de interés", puntualizó. Por el momento, "nuestros tipos de interés oficiales actuarán como instrumento marginal para ajustar la orientación de la política monetaria", insistió.

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