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Además, el diario califica la anterior como la decisión más dramática del Gobierno desde el comienzo de la crisis. El objetivo de las autoridades es evitar que los problemas que atraviesan cada una de estas entidades no paralicen al sector inmobiliario o, aún peor, tengan repercusiones sobre el resto de los mercados del mundo. También se busca ganar tiempo hasta poder decidir el destino final de ambas empresas.
Aunque el Gobierno no habla de ‘nacionalización’ los analistas consultados por el FT califican la decisión como una toma de control ‘de facto’ si no de toma de posesión plena. Ambas entidades tienen unos 5,4 billones en pasivos y sus garantías cubren a cómodamente más de la mitad de las hipotecas emitidas en Estados Unidos.
Como parte del plan el Gobierno ha acordado inyectar unos 100.000 millones de dólares en cada una, según sea preciso, con el fin de asegurar sus deudas. Además, comenzará a adquirir activos respaldados por estas entidades y les brindará acceso a una facilidad de liquidez ‘ilimitada’ hasta finales del próximo ejercicio.
Está previsto que los Director Generales de cada entidad abandonen sus respectivos puestos pero se quedarán con el fin de supervisar la transición.
La reacción inicial de los analistas parece haber sido positiva.
En último lugar, al parecer se espera que la financiación otorgada permita a Fannie y Freddie incrementar la disponibilidad de financiación hipotecaria y reducir su coste, para posteriormente entrar en una fase de ‘run-off’ durante la cual se reducirá gradualmente la cartera de hipotecas de cada una con el fin de reducir su tamaño y las posibles pérdidas para los contribuyentes.
A.B.