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Berenberg ha sido la última en sumarse al listado de los que ya han dado sus perspectivas sobre la renta variable de cara a 2024. En la firma alemana son optimistas respecto al escenario macro en el que se moverán los mercados, y estiman que de cumplirse su visión 'Goldilocks' ('ricitos de oro'), con un aterrizaje suave en EEUU, una mejora del impulso económico en Reino Unido y Europa en el segundo semestre, una mayor moderación de la inflación, tipos de interés máximos y un dólar estadounidense débil, entonces eso "podría respaldar rentabilidades de entre el 20% y el 25% en las acciones europeas".

Sin embargo, aconsejan a los inversores no confiarse. "No se pongan demasiado cómodos", dicen estos estrategas, que afirman que este escenario de 'ricitos de oro' puede venir acompañado de tres osos que podrían dejar tocadas las rentabilidades bursátiles.

"Los riesgos son significativos y están sesgados a la baja", afirman los expertos de Berenberg, que enumeran los tres osos que identifican de cara a 2024: 1) riesgo de recesión en Estados Unidos; 2) perturbación política/geopolítica; y 3) una reactivación de la inflación. "Asignamos una división de 60-40 entre el escenario 'ricitos de oro' y los tres osos", por lo que esto, remarcan, reduce los objetivos de rentabilidad inspirados en su visión 'Goldilocks' para 2024.

En concreto, a escala global en la casa de análisis germana ven una rentabilidad del +5%, mientras que en el caso de Estados Unidos creen que será de entre el 0% y el 5%. Para Europa, su visión tan optimista queda reducida a un retorno de entre el 10%-15%, y en el caso de Reino Unido estiman que será del +10%.

"Nuestra tesis del 'mundo feliz' es nuestro marco para analizar los mercados financieros", explican estos estrategas, que se basan en tres pilares a la hora de hacer sus cábalas: primero, la disrupción de la política y la geopolítica; segundo, el activismo fiscal; y tercero, la inflación y los tipos de interés, que ya se esperan 'más altos durante más tiempo'.

Como dicen, "este es un régimen muy diferente a la era del 'dinero libre' posterior a la crisis financiera global (CFG)", por lo que creen que ello exige "un enfoque diferente para la asignación y la inversión". En el informe, los analistas de Berenberg mantienen el consejo de "un mayor equilibrio en la asignación", pero también dan "más importancia a la valoración" y consideran "fundamental" la cobertura activa.

El debate de los inversores debería seguir centrado en la carga de la deuda mundial, la desglobalización y el papel del dólar estadounidense, afirman.

Y es que otros temas macro parecen estar bajo control. "Si bien consideramos que las tasas de inflación deben apuntalarse a niveles más altos en el medio plazo, es probable que las tasas de inflación se moderen aún más en los próximos meses. Nuestro modelo de inflación 90-70 sugiere apoyo para las acciones aquí", comentan.

Esto, añaden desde Berenberg, "entra en conflicto con el manual de estrategia de la curva de rendimiento de las acciones, que indica la posibilidad de una fuerte reversión de la renta variable en 2024". Estos expertos siguen observando de cerca la dinámica de la liquidez, y creen que el dólar estadounidense "será la dinámica clave en este caso" el próximo año. "Un dólar fuerte probablemente presente obstáculos de liquidez para los mercados financieros y un dólar más débil, como pronostican nuestros economistas, debería brindar cierto apoyo", comentan.

También se refieren a las señales que está mandando el mercado en cuanto a valoración, beneficios y aspectos técnicos. "La valoración proporciona señales contradictorias a los inversores. Nuestro enfoque de múltiplos y márgenes (MxM) sugiere cautela con las acciones globales, pero las acciones no estadounidenses parecen razonables o baratas, e incluso las acciones estadounidenses cotizan con una relación precio-beneficio promedio de 20 años", afirman.

Reconocen que las acciones "ciertamente parecen menos atractivas en comparación con los bonos y el crédito frente a la era del 'dinero gratis'", pero recuerdan que "en términos de ganancias, el consenso espera un modesto crecimiento del 5%-10% en 2024, con un 5% en el Reino Unido/Europa y un 10% en EEUU". Y también destacan que las empresas "tendrán que lidiar con un crecimiento del PIB nominal que probablemente se desacelere entre un 2% y un 3% en 2024 en comparación con 2023".

"Los datos técnicos siguen siendo importantes en un contexto de mayores riesgos e incertidumbre: el reciente repunte de fin de año está empezando a mandar algunas señales de alerta que sugieren no perseguir el rally en el corto plazo", comentan.

¿DÓNDE INVERTIR?

Ante este escenario, los expertos de la firma alemana aconsejan qué hacer: "Nuestro marco de asignación de activos cambia un 5% de activos alternativos/reales (10%) a renta fija (25%) y mantiene un 40% en acciones y un 25% en nuestra cobertura de liquidez (oro, efectivo y bitcoin)", dicen.

Además, han realizado las siguientes operaciones: 1) macro: volatilidad larga, dólar estadounidense corto, oro largo; 2) regional: Europa y mercados emergentes, seguidos por el Reino Unido, Japón y Estados Unidos; 3) sectores (pares europeos): bancos por encima del industrial, automóviles por encima del lujo, energía por encima de la asistencia sanitaria, farmacias y tiendas de comestibles por encima de la asistencia sanitaria; y 4) temas/pantallas: recompras, impulso sistemático, Valor+, calidad a un precio razonable (QARP), Reino Unido DY*G.

También dicen que las empresas de pequeña y mediana capitalización "son baratas a nivel mundial y deberían estar bien respaldadas" por un resultado 'ricitos de oro'. "También destacamos un nuevo modelo temático que favorecer: China Economía Digital, Deportes, Pagos Digitales, Inteligencia Artificial, Metaverso, Ciberseguridad y Vehículos Autónomos", explican desde Berenberg.

Pero estos expertos tienen muy presentes los riesgos clave que acechan al mercado: "Los tres osos son los principales riesgos que veremos en 2024. Sin embargo, seguimos centrados en nuestro marco de riesgos: precios, política, beneficios, personas y pandemia. Todos ellos están activos", afirman.

Por último, consideran que "es necesario considerar los riesgos del cisne negro, que incluyen: crisis alimentaria, energética, sanitaria, colapso inmobiliario, crisis de deuda soberana, colapso fiduciario, conflictos regionales y malestar popular".

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