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La crisis del coronavirus lo está infectando todo, también a los mercados emergentes, que se están viendo gravemente afectados por los efectos colaterales de la pandemia. Los expertos señalan que el Covid-19 ha pillado a las economías emergentes y en desarrollo "en baja forma", y por eso el horizonte al que se enfrentan no es solo nuboso. "Están frente a un huracán de graves dificultades financieras".

Son palabras de los analistas del Instituto Flossbach von Storch Research, que apuntan que si no hay una rápida recuperación de la demanda global, y de momento no se espera dado que Europa y EEUU aún están en cuarentena por el brote, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) deben prepararse para "intervenir con fondos suficientes para ayudar a las economías de mercados emergentes con dificultades financieras".

Y es que, auguran, "la próxima tormenta financiera probablemente provenga de los mercados emergentes". S&P también ha analizado la situación de estas economías, y cree que "se enfrentan a riesgos crecientes". El estrés que sufren "podría ser más significativo en las próximas semanas", cuando se produzca la verdadera eclosión de la epidemia en estas economías, porque "solo están empezando a mostrar un aumento de casos".

Según los expertos de S&P, a medida que el brote se acelere, "las medidas para contener la propagación del virus agravarán el impacto de las crisis externas en la actividad económica" de los emergentes. Será tal, dice la agencia de calificación, que "todas las principales economías emergentes caerán en recesión o verán un crecimiento muy inferior en 2020".

"Los riesgos de la caída son significativos. Un brote prolongado deprimirá la actividad y estresará los sistemas de salud. Un choque prolongado en el sentimiento de los inversores podría resultar en un aumento del riesgo de refinanciación, especialmente para los emisores de baja calificación", avisa S&P, que cree que "la fuerza de la eventual recuperación dependerá crucialmente de las medidas políticas para amortiguar el golpe y limitar la dislocación económica", aunque no se puede olvidar que el espacio de políticas "difiere" entre los emergentes.

FUGA DE CAPITALES

Y por si eso fuese poco, la crisis del coronavirus ha causado también la mayor salida de capitales de los países emergentes desde que existen registros. Solo en el mes de marzo alcanzó un récord de 83.300 millones de dólares, según el seguimiento realizado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés). Por su parte, los flujos de entrada de capitales hacia estos mercados prácticamente se interrumpieron, con una lectura de apenas de 200 millones de dólares.

Según este organismo, la fuga de capitales de no residentes registrada en marzo en los emergentes supera con creces otros episodios de nerviosismo que han registrado los mercados, como en la crisis financiera o en 2015 por el temor a una devaluación en China. Y si bien este "colapso" de los flujos tanto en renta variable como en deuda a causa del Covid-19 fue percibido en un primer momento en China, donde posteriormente se ha contenido, la propagación de la pandemia en las últimas semanas ha sacudido todos los mercados, provocando un 'shock' más severo para las economías emergentes que la crisis financiera.

"La recesión mundial está aumentando la aversión al riesgo, lo que da lugar a importantes salidas de capital de los mercados emergentes, presionando a las divisas y ampliando los diferenciales", apunta S&P, que dice que la "repentina y sustancial conmoción de la economía mundial ha afectado a varios sectores de las economías de los mercados emergentes, presionando las calificaciones crediticias". Su previsión es que "las condiciones crediticias en los mercados emergentes se deteriorarán rápidamente a medida que avance la pandemia de Covid-19".

La agencia de calificación señala que el contagio está aumentando en los principales mercados emergentes, y las medidas que adopten los gobiernos afectarán el devenir económico de estos países. "Ya se vieron afectados por el impacto indirecto de la pandemia en las economías desarrolladas, debido a las interrupciones del comercio y las cadenas de suministro y al desplome de los precios de los productos básicos. Ahora, los efectos directos se sentirán en todos los mercados emergentes a medida que el distanciamiento social detenga la actividad económica", augura S&P.

Además, no se puede obviar el hecho de que el deterioro de las condiciones de financiación por las importantes salidas de capital está provocando la "caída de las monedas de los mercados emergentes y la ampliación de los márgenes de crédito", concluye.

Bank of New York Mellon destaca que desde febrero, los activos de los mercados emergentes "se han comportado más o menos en línea con los puntos de referencia mundiales". Las acciones de los mercados emergentes han bajado un 24%, mientras que los bonos soberanos y corporativos han bajado entre un 15% y un 17%. Y las divisas están ahora alrededor de un 13% más bajas, ya que "la mayoría de los países emergentes han tratado hasta ahora la conmoción como exógena". "Esto cambiará en las próximas semanas a medida que la pandemia se vuelva endógena", avisan los analistas de la firma, que auguran problemas para estas economías.

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