sidney australia

El anuncio del presidente de los EEUU, Donald Trump, de la suspensión de todos los vuelos con Europa durante 30 días a causa de la propagación del brote de coronavirus que la OMS ya ha declarado como pandemia ha provocado un nuevo baño de sangre en los parqués del continente asiático. La bolsa de Australia, que había entrado en mercado bajista el miércoles, ha caído un 7,36% al cierre del jueves, mientras otros índices, como el de Tailandia, han caído un 9%.

Los inversores se han vuelto a dejar llevar por el pánico también después de que la OMS haya declarado el brote de COVID-19 como una pandemia y una nueva jornada de fuertes caídas en Wall Street. Este miércoles, el Dow Jones volvió a cerrar con pérdidas del 6%, lo que significa que acumula una caída del 20% desde el récord registrado el mes pasado y el índice se coloca en mercado bajista.

El rojo tiñe el contiente con recortes en el Nikkei de Japón, (-4,41%) y el índice Hang Seng de Hong Kong (-3,579%). El la China continental el panorama es menos dramático, con el Shanghai Composite (-1,517%), y el Shenzhen Composite, de menor capitalización (-2.196%), entre los selectivos que menos pierden. En otros lugares, se repite la foto de desplomes con el Kospi de Corea del Sur (-3,87%) cediendo casi un 4% y el Sensex de la India un 7%.

Después de las fuertes caídas, “todavía no hemos visto un interés significativo de compra, por lo que los operadores todavía están en el modo de salida. Solo quieren tener efectivo”, valora Jackson Wong de Amber Hill Capital Ltd., en Hong Kong. "Es es un clásico 'modo pánico', pero si se detendrá a corto plazo dependerá de cómo avance el virus", agrega.

En Japón, el primer ministro Shinzo Abe se reunió con el gobernador del banco central, Haruhiko Kuroda, quien se comprometió a hacer todo lo posible para ayudar a apoyar la economía, que se contrajo un 7,1% en términos anuales en el último trimestre, antes de la llegada del brote vírico. Kuroda, a su vez, se comprometió a que el banco central "tomará las medidas apropiadas según sea necesario".

En el mercado de las divisas, el yen ha vuelto a apreciarse más de un 1% contra el dólar y opera en territorio de los máximos de tres años y medio alcanzados esta semana. La divisa nipona se cambia de manos en un mínimo de 103,83 yenes, lejos aún del hito de 101,10 yenes por dólar del lunes.

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