kazuo ueda

El Banco de Japón (BoJ) ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés ultra laxos y ha revisado al alza su previsión de inflación media para el año fiscal en curso en su reunión de este viernes. Eso sí, ha prometido una "mayor flexibilidad" en la política de control de la curva de rendimientos.

El banco central que gobierna Kazuo Ueda ha decidido mantener su objetivo de tipos de interés a corto plazo en el -0,1%. También ha elevado su previsión media de inflación al 2,5% para el ejercicio fiscal 2023, por encima de su predicción del 1,8% del pasado mes de abril.

"La consecución sostenible y estable del objetivo de estabilidad de precios del 2%, acompañada de aumentos salariales, aún no está a la vista, por lo que el Banco debe continuar pacientemente con la relajación monetaria cuantitativa y cualitativa con el control de la curva de rendimientos", ha afirmado el BoJ en un comunicado tras su reunión.

Asimismo, ha anunciado que ofrecerá la compra de bonos a 10 años al 1% todos los días hábiles mediante operaciones a tipo fijo, a menos que no se presenten ofertas, una medida que amplía de hecho su tolerancia en otros 50 puntos básicos. A este respecto, el BoJ ha explicado que "seguirá permitiendo que los rendimientos del JGB a 10 años fluctúen en un rango de alrededor de más y menos 0,5 puntos porcentuales desde el nivel objetivo".

"Aunque llevará a cabo el control de la curva de rendimientos con mayor flexibilidad, considerando los límites superior e inferior del rango como referencias, y no como límites rígidos, en sus operaciones de mercado", ha añadido.

Ueda se ha visto presionado para endurecer su política monetaria, ya que la inflación ha superado el objetivo del 2% durante 15 meses seguidos, mientras que los salarios empiezan por fin a aumentar tras años de estancamiento. Sin embargo, el banco central ha optado por mantener su política de relajación afirmado que la inflación se ralentizará hacia finales de este año, una opinión que también comparte el gobierno japonés.

De hecho, el BoJ ha rebajado en su reunión de julio su previsión de inflación media para 2024 del 2% anterior al 1,9%, mientras que ha mantenido la estimación para 2025 en el 1,6%.

SIGNO MIXTO EN ASIA

Tras conocerse la decisión del Banco de Japón, las bolsas de la región Asia-Pacífico registran un comportamiento desigual. El Nikkei 225 nipón lidera las pérdidas, al caer un 1,66%, mientras que el Topix registra un retroceso algo menor, del 1,53%. En Japón, además de la decisión del banco central, se ha conocido también el índice de precios al consumo de Tokio, que ha subido un 3,2% interanual en julio, ligeramente por encima del 3,1% registrado el mes anterior.

Es el decimocuarto mes consecutivo en que la tasa de inflación de la capital de Japón se sitúa por encima del objetivo del 2% fijado por el BoJ. Por su parte, la inflación subyacente en Tokio -que excluye los precios de los alimentos frescos- se ha situado en el 3% en el séptimo mes del año, ligeramente por encima del 2,9% previsto por el consenso, pero por debajo del 3,2% de junio.

En Australia, el S&P/ASX 200 baja un 0,92%, ya que las ventas minoristas del país han caído un 0,8% interanual en junio, por debajo de las expectativas del consenso de que la cifra se mantendría sin cambios.

Los mercados surcoreanos se muestran más mixtos: el Kospi baja un 0,13% y el Kosdaq sube un 2,73%. En Corea del Sur, la producción industrial ha aumentado un 0,1% intermensual en junio, lo que supone un fuerte descenso respecto al crecimiento del 1,3% registrado en mayo. En términos interanuales, se ha elevado un 1,1%, frente a la caída del 0,9% de mayo.

Por su parte, el índice Hang Seng de Hong Kong sube un 1,06%, mientras que el Shanghai Composite avanza un 1,38% y el Shenzhen Component gana un 1,41%.

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