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Bank of America (BofA) ha dado la voz de alerta sobre el futuro de las bolsas, y dice que puede no ser tan brillante como algunos esperan. Y es que, dice, aunque la renta variable viene registrando un buen desempeño, "beneficiándose de un crecimiento robusto y una inflación que se está desvaneciendo", lo cierto es que "ese contexto es frágil". Como afirman los expertos del banco, el escenario 'Ricitos de Oro' en el que se mueven actualmente los mercados podría terminarse más pronto que tarde.

"El crecimiento económico ha seguido sorprendiendo al alza y la inflación se ha desvanecido, creando un entorno 'Ricitos de Oro' casi perfecto para las acciones", comentan los estrategas de BofA. Reconocen también el respaldo actual de unos datos macroeconómicos "impresionantemente sólidos de EEUU a pesar de un agresivo ciclo de subidas de tipos por parte de la Reserva Federal", pero creen que las acciones "cotizan en un punto óptimo muy estrecho".

¿Esto qué significa? Pues como dicen estos estrategas, que hay riesgo de que la subida de las bolsas "se debilite". "Hay riesgo de que unos datos macroeconómicos débiles o excesivamente sólidos alteren el actual precio de 'Ricitos de Oro', mientras que, incluso en un escenario favorable, las subidas deberían verse limitadas por la gran cantidad de buenas noticias que ya están en el precio", apuntan.

Desde BofA avisan de las dos cuestiones que no deben perder de vista los inversores a partir de ahora: el riesgo de unos datos macroeconómicos más débiles en el futuro, y el riesgo de que reaparezca la preocupación por la inflación. Así describen los analistas de banco estos posibles escenarios y así creen que podrían impactar en las bolsas:

1. Riesgo de unos datos macroeconómicos más débiles en el futuro

"Aunque los datos macroeconómicos siguen siendo sólidos por ahora, nos sigue preocupando el riesgo de unos datos más débiles en el futuro", afirman. Su inquietud se debe a dos cuestiones: primero, a que el ciclo crediticio "suele seguir las señales de la política monetaria con un desfase de unos 18 meses", y la relación retardada con los tipos "apunta a un margen para que el endurecimiento de las condiciones crediticias se intensifique de nuevo".

En segundo lugar, comentan a que el apoyo significativo al crecimiento de un impulso fiscal positivo de EEUU y la liquidación de la cartera de pedidos el año pasado "se han disipado y están a punto de convertirse en vientos en contra leves".

2. El riesgo de que reaparezca la preocupación por la inflación

Sobre este punto, desde BofA comentan que "la impresionante fortaleza macroeconómica ha hecho que la conversación pase de 'aterrizaje duro frente a aterrizaje suave' a 'aterrizaje suave frente a no aterrizaje'. Si, en contra de nuestras previsiones, los datos de crecimiento siguen siendo más sólidos de lo esperado, podrían reavivarse los temores inflacionistas, en consonancia con el argumento de que una reaceleración de la inflación estadounidense es ahora el riesgo más infravalorado por los mercados financieros", indican desde la entidad.

En opinión de estos expertos, "si el mantenimiento de unos datos macroeconómicos sólidos conduce efectivamente a un nuevo repunte de la inflación, eso implicaría una menor relajación monetaria de la prevista por los mercados, lo que a su vez pesaría sobre los múltiplos de las acciones a través de unos tipos reales más altos".

Y esto les lleva a mantener su visión negativa sobre la renta variable europea y los valores cíclicos frente a los defensivos. Tal y como dicen, "la debilidad de los datos y la renovada preocupación por la inflación son compatibles con una caída de la renta variable, mientras que, incluso si el contexto macroeconómico se mantiene en su punto óptimo actual, vemos que la subida de la renta variable europea está limitada a un dígito, dado el optimismo de los precios de mercado".

"Creemos que el agente de perturbación más probable será el debilitamiento de los datos macroeconómicos, y nuestras proyecciones macroeconómicas de base son coherentes con una caída de alrededor del 20% para la renta variable europea a mediados de año", concluyen.

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