Los mercados asiáticos dieron por finalizada la primera sesión del segundo semestre en rojo. Las mayores caídas de este lunes se dieron cita en los mercados chinos fruto del vago horizonte que la Administración del gigante asiático y la Casa Blanca han fijado para la aplicación del siguiente paquete de aranceles. La incertidumbre de la guerra comercial continúa haciendo mella en la confianza de los inversores.
En Tokio, el Nikkei 225 se dejó un 2,21% a pesar de mostrar un yen más débil. Las pérdidas fueron generalizadas, aunque los sectores minorista y alimenticio destacaron negativamente este lunes. En Korea del Sur, el Kospi se dejó un 2,3%, lastrado por una mala jornada de su sector tecnológico y el gigante Samsung cayendo un 2,36%. Además, la siderúrgica Posco arrojó pérdidas del 4,26%.
En China, el compuesto de Shanghai cayó un 2,55% tras el rebote del viernes que ponía fin a cuatro jornadas consecutivas en rojo. Los inversores volvieron a mostrarse temerosos ante las amenazas de nuevos aranceles por valor de 34.000 millones de dólares en productos chinos que Donald Trump podría aplicar este mismo viernes y la consiguiente respuesta por parte del Gobierno chino. Mientras, los mercados de Hong Kong se mantuvieron cerrados por festivo.
Más al sur, el S&P/ASX200 de Sídney acabó con las ligeras ganancias que consiguió en las primeras horas de mercado para acabar cerrando en rojo (-0,27%) tras un mal comportamiento de sus extractoras y mineras.
La gran mayoría de mercados asiáticos arrojan pérdidas en lo que va de año. El compuesto de Shanghai (-13,9%) ya muestra cifras tan malas como las registradas en 2011 cuando el índice se desplomó mas de un 20%. Otras regiones como Japón y Korea del Sur también navegan en terreno negativo en 2018.
