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Downing Street

Theresa May ha sufrido una nueva derrota sobre el Brexit en el Parlamento británico. La Cámara de los Comunes ha rechazado su petición de obtener más tiempo para seguir negociando con la Unión Europea (UE) por 303 votos en contra y 258 a favor. Sin embargo, la sesión de hoy se ha convertido en un trámite al no ser vinculante y al trasladarse al 27 de febrero la votación de la iniciativa parlamentaria que eliminará el divorcio sin acuerdo.

Este hecho mantiene la libra bajo presión, ya que la moneda no logra desembarazarse del todo del riesgo de que la separación entre Londres y Bruselas se produzca de forma caótica. La divisa cotiza en 1,28 dólares, mínimos de un mes, después de la altísima volatilidad de este miércoles, cuando cotizó por encima de los 1,2950 dólares.

La cláusula rechazada indicaba que el Parlamento “reitera su apoyo al plan para abandonar la Unión Europea expresado por esta Cámara el pasado 29 de enero de 2019 y toma nota de que el diálogo entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre el mecanismo de salvaguarda para Irlanda del Norte está en marcha”.

Las conversaciones con las instituciones europeas para lograr acuerdos legalmente vinculantes sobre que el país no quedará atrapado sine die en la salvaguarda de la frontera con Irlanda del Norte (el llamado 'backstop') siguen en marcha, aunque este nuevo rechazo vuelve a debilitar a May. La Cámara de los Comunes en enero indicó que respaldaría el Tratado de Retirada vigente si se podían hacer “arreglos alternativos” sobre este tema.

Aunque la votación no fuerza al Gobierno a cambiar de estrategia, los datos seguramente afectarán a la confianza de los líderes europeos en que May pueda conseguir el apoyo del Parlamento a un acuerdo revisado.

El último giro en los dos años de negociación para abandonar la UE pone de manifiesto las profundas divisiones en el Parlamento sobre cómo, o incluso si, Reino Unido debería abandonar el bloque en su mayor giro político y comercial en más de 40 años.

La estrategia de May para salirse con la suya exploraría tres opciones: un límite de tiempo para el 'backstop'. Soluciones para mantener la frontera abierta y un mecanismo de salida unilateral. Los analistas de MUFG Bank advierten que se arriesga a una revuelta de los 'tories', quienes consideran que "apoyar su posición también respalda sacar de la ecuación la amenaza de que haya un divorcio sin acuerdo".

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