photo d archives du president russe vladimir poutine lors d une reunion a moscou

Las debilidades de Vladimir Putin han quedado al descubierto. Tras casi un cuarto de siglo en el poder, el presidente ruso no había estado tan en la diana como ahora, al sufrir 24 horas de infarto en las que se tuvo que enfrentar al motín orquestado por su otrora aliado Yevgeny Prigozhin, líder del grupo miliciano Wagner. Los expertos afirman que lo ocurrido este fin de semana es "humillante" para el presidente ruso, y apuntan que "las próximas semanas serán cruciales para determinar si Putin ha evitado el desafío".

Y es que muchos creen que la sublevación del grupo armado, aunque apenas duró un día, podría costarle el puesto a Putin. Sobre todo si se producen nuevos levantamientos en Rusia que pondrían al dirigente contra las cuerdas. "El riesgo de más disturbios civiles en Rusia ahora debe tenerse en cuenta", explican desde RBC Capital Markets.

"Parece haber una gran incertidumbre sobre lo que viene a continuación, y las próximas semanas probablemente serán cruciales para determinar si Putin ha evitado el desafío más serio a su control del país durante sus más de dos décadas en el poder", apuntan los expertos del banco de inversión canadiense.

También comentan que a pesar de que muchos pronostican que la agitación interna de Rusia beneficiará la posición estratégica de Ucrania, lo cierto es que "existe el riesgo de que Putin busque mostrar fuerza y utilice tácticas más letales en el campo de batalla para reforzar su propia posición".

Las teorías sobre lo que podría pasar son muy variadas. También se especula con que el fin del régimen de Putin podría significar el retroceso de las sanciones energéticas rusas y el regreso de las exportaciones rusas a Europa. "Seguimos afirmando que las sanciones permanecerán vigentes mientras Putin permanezca en el poder. No obstante, una figura como Prigozhin no sería un reemplazo bienvenido, dadas las violaciones de derechos humanos y la criminalidad asociada con las actividades del Grupo Wagner", apuntan desde RBC.

En opinión de los analistas de la firma, la idea de una figura como la de Prigozhin con acceso a armas nucleares "probablemente sería vista como una perspectiva aterradora por muchos de los patrocinadores occidentales clave de Ucrania".

Idea con la que coinciden los estrategas de Danske Bank. "Es muy probable que aún no hayamos visto el final de esta saga", comentan, y destacan que "está claro que Rusia se ha vuelto muy inestable". "Lo que pretendía ser una operación especial de 3 días", dicen en referencia a la guerra en Ucrania, "se ha convertido en un conflicto congelado que continúa erosionando gradualmente la legitimidad del gobierno de Putin".

"Los regímenes autoritarios suelen ser muy estables hasta que dejan de serlo, y puede ser que ya estemos presenciando el comienzo del final de una era", apuntan también sobre lo ocurrido. Consideran estos expertos que si ese es el caso, "uno debe tener cuidado con lo que desea" porque Prigozhin "es un criminal de guerra de línea dura que preferiría una guerra aún más agresiva".

Precisamente se cree que esa es una de las motivaciones que le llevaron a movilizar a los milicianos de Wagner, ya que en el discurso en vídeo en el que anunció la "marcha por la justicia" sobre Moscú cargaba especialmente contra el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y contra el general y jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov. Según Danske, Prigozhin quería reemplazarlos no porque se opusiera a la guerra de Ucrania, sino porque pretendía una ofensiva más dura.

"El derrocamiento del gobierno de Putin y el caos que seguiría probablemente esté en la lista de deseos de muchos, pero conlleva enormes riesgos para la seguridad europea", afirman los expertos del banco danés. Sobre este asunto, los estrategas de Rabobank consideran que un vacío de poder en un Estado con un arsenal nuclear de 6.000 piezas "es una perspectiva aterradora". Pero más aterrador podría ser el hecho de que Prigozhin tenga acceso a esas armas.

Algunos le ven como un posible sucesor de Putin, una teoría que gana enteros ante la aparente falta de preparación de los militares rusos, que fueron incapaces de parar el rápido avance de los milicianos de Wagner, y ante el hecho de que el presidente ruso tuvo que recurrir a la ayuda externa de su homólogo en Bielorrusia, Alexander Lukashenko, para evitar una escalada de las tensiones. Eso, dicen desde Danske Bank, "le hacen parecer débil, y el resultado, al menos por ahora, es humillante para Putin".

Prigozhin ordenó la retirada apenas 24 horas después del inicio de la rebelión, aceptando exiliarse en Bielorrusia con todos los cargos contra él retirados, según un acuerdo con el Kemlin orquestado por Lukashenko que también contemplaba que las tropas de Wagner volverían a sus bases. Se desconoce si el acuerdo finalmente se cumplirá (hay quien dice ya que Prigozhin es "hombre muerto" por la traición cometida y quien ve en el horizonte la disolución de la milicia Wagner), pero lo que sí está claro es que lo ocurrido ha puesto de manifiesto la inesperada fragilidad del régimen de Putin.

Sobre todo porque aunque fuese cierta otra de las teorías que circulan por ahí, que dice que el motín podría haber sido un montaje, una conspiración entre amigos desde hace mucho tiempo, Prigozhin y Putin, para deshacerse de Shoigu y Gerasimov y, en última instancia, también para aumentar la popularidad de Putin antes de las elecciones presidenciales de 2024, lo cierto es que ha tenido el efecto contrario.

"Lo que desafía la visión de esta puesta en escena es el nivel de complejidad y las aparentes implicaciones negativas para todas las partes, ya que Putin en particular ahora parece más débil que nunca. El motín armado podría usarse como pretexto para endurecer la legislación antiterrorista aumentando así la represión contra la oposición, o podría ser una distracción de algo que se está preparando actualmente y de lo que no somos conscientes", indican los analistas de Danske.

Creen que "está claro", que Putin "ha evitado un escenario de escalada en el que un motín armado podría haberse convertido en un golpe militar en toda regla", pero remarcan que, "por lo demás, apenas ha ganado nada".

¿PROBLEMAS PARA EL PETRÓLEO?

En cualquier caso, lo ocurrido señala la fragilidad de la balanza política de Rusia, según ha indicado Goldman Sachs en una nota. "La historia sugiere que la probabilidad de un caída significativa y persistente en el suministro del petróleo en Rusia está estrechamente relacionada con la probabilidad de un conflicto civil doméstico más grande", apunta el banco estadounidense.

Las materias primas fueron las primeras que reaccionaron a lo ocurrido en el país, sobre todo el petróleo, ante el temor a que haya más consecuencias por el intento de insurrección en Rusia que podrían interrumpir el suministro de energía de una de las naciones productoras de petróleo más grandes del mundo.

"Hemos visto en los primeros movimientos del mercado que el riesgo se está jugando en los mercados de materias primas", ha dicho Chris Iggo, director de inversiones de AXA para Core Investments, en declaraciones a 'CNBC'. En palabras de este experto, el temor es que "cualquier interrupción en Rusia pueda conducir a más interrupciones en el mercado energético mundial". Aunque de momento ese escenario no se ha producido.

Por su parte, Alok Sinha, director global de petróleo, gas y productos químicos de Standard Chartered, ha dicho al mismo medio que "el mundo ha respirado aliviado, al menos en el lado del mercado petrolero, de que la interrupción en el estado ruso no haya derivado en lo peor que la gente temía". Cualquier tipo de interrupción, incluso a corto plazo, "podría haber perturbado mucho a los mercados", ha agregado.

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