• Mantiene en su poder 2,2 millones de acciones propias, valoradas en 57,15 millones de euros
  • Sus títulos acumulan una caída del 26% en los últimos doce meses
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No corren buenos tiempos para Técnicas Reunidas en Bolsa. El constructor de plantas petrolíferas y otras infraestructuras energéticas acumula una pérdida bursátil del 26% en los últimos doce meses. Hace justamente un año, sus títulos cotizaban cerca de 40 euros. Este miércoles, caen cerca del 1%, hasta 26 euros, lo que ha desplomado su capitalización bursátil hasta poco más de 1.450 millones de euros.

Sin embargo, la empresa ha aprovechado su mal momento en Bolsa para aumentar su autocartera, el número de acciones que mantiene en propiedad, hasta un nuevo máximo histórico desde febrero de 2008, cuando comunicó por primera vez a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que controlaba el 1% de su capital.

Las empresas cotizadas utilizan su autocartera con diferentes propósitos, como la remuneración en acciones a sus consejeros, directivos y empleados. También pueden optar por recomprar sus acciones y amortizarlas, con el objetivo de elevar el beneficio por acción y también la remuneración al accionista.

Según ha comunicado al regulador, Técnicas Reunidas ha elevado su porcentaje de acciones en autocartera hasta el 3,946% desde el anterior 3,902% comunicado a principios de septiembre. La empresa ha sido muy activa en la compra/venta de títulos propios desde febrero de 2017, porque anteriormente su autocartera había permanecido invariable en el 3,622% desde julio de 2011.

El porcentaje mencionado del 3,946% corresponde a un paquete de 2,20 millones de acciones, valoradas a precios de mercado en unos 57,15 millones de euros. El máximo accionista es el presidente y fundador, José Lladó, que controla el 37,19% del capital. Además, el fondo soberano de Noruega (Norges Bank) controla el 4,55% del capital y el fondo Flanklin Templeton controla el 3%.

RECORTES DE VALORACIÓN

En los últimos tiempos, Técnicas Reunidas ha recibido varios recortes de valoración por parte de las firmas de análisis, ya que los expertos han reducido las positivas estimaciones que manejaban para la compañía por varios factores. Los últimos han sido los analistas de AlphaValue, quienes esta misma semana han reducido el precio objetivo de sus acciones hasta 30,80 euros por acción desde los anteriores 37,50 euros por título, un 'tijeretazo' del 17,8%

Pese a este recorte, AlphaValue todavía aconseja 'comprar' las acciones del fabricante de plantas petrolíferas, cuyos títulos suben un 0,4% en Bolsa este lunes, hasta 26 euros. Estos analistas estiman un potencial alcista para el título del 15%, lo que justifica su consejo de compra.

Sin embargo, el recorte de valoración se explica porque han reducido las estimaciones de la empresa en el negocio de Servicios Petrolíferos ('Oil Services'). En concreto, han recortado su previsión de beneficio por acción (BPA) en un 6,45% para 2017 y en un 4,14% para 2018.

A mediados de septiembre, los analistas de Barclays también recortaron un 17% la valoración de Técnicas Reunidas, hasta 39 euros por acción desde 47 euros. "Técnicas comenzó el año de manera positiva, con la previsión de ganar contratos por valor de 6.000 millones de euros y aumentar el negocio y la rentabilidad", señalaron desde el banco británico. Sin embargo, añadieron que los problemas surgidos en dos contratos que se daban por seguros en Perú y Bolivia mantendrán planos los ingresos y provocarán potenciales problemas de infrautilización y en el capital circulante".

En su opinión, Técnicas sigue ofreciendo un buen perfil de inversión por fundamentales y será capaz de aumentar su cuota de mercado, gracias a su buen historial de ejecución de proyectos. En cualquier caso, dejaron de considerar al valor una de sus ideas centrales de inversión (top picks) por los problemas registrados en algunos proyectos en 2017.

Los resultados del primer semestre de 2017 de Técnicas Reunidas mostraron una caída en la evolución de su cartera de contratos que no gustó nada a los analistas ni al mercado. "El ritmo de adjudicaciones se ha ralentizado, lo que nos ha llevado a revisar nuestras estimaciones a la baja", señalaban entonces los expertos de Bankinter.

En el núcleo del problema, la pérdida de dos contratos pesó especialmente: el proyecto de unidades auxiliares de Talara (Perú), que se ha re-ofertado y probablemente no se adjudique hasta 2018; y la anulación, por parte del Gobierno boliviano, de la construcción de una planta petroquímica, proyecto que iba a ser el de mayor inversión estatal en Bolivia, con una valoración en torno a 2.000 millones de dólares. La pérdida de estos dos contratos, señaló César Sánchez-Grande, director de análisis de Ahorro Corporación, "ha generado incertidumbre en la compañía y ha provocado un comportamiento muy negativo a lo largo del año".

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