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Huspy

Salvo sorpresas, los tipos de interés subirán este jueves otros 75 puntos básicos. El Banco Central Europeo (BCE) anunciará otro aumento que, según todas las apuestas, irá en este sentido. Y con ello, el euríbor, el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas, se disparará aún más, haciendo temblar a todos los que tienen contratado un préstamo variable, que puede encarecerse alrededor de un 30%.

Las cuotas de la hipoteca variable subirán más o menos dependiendo de varios factores, como su importe, el plazo, el diferencial o la fecha de contratación.

Como ejemplo, el de una persona que contrató hace un año una hipoteca variable media con un importe de 150.000 euros, un plazo de 25 años y un interés de euríbor más 1%, revisado anualmente con el valor que este índice registra en septiembre. En estos momentos, este préstamo tiene una cuota de unos 532 euros al mes, pero en cuanto se actualice su interés, su mensualidades pasarán a ser de unos 721 euros, es decir, un 35% más caras (unos 2.265 euros más al año), según los cálculos del comparador financiero HelpMyCash.

"En general, cuanto menos tiempo haya pasado desde la firma del préstamo, más se encarecerán las mensualidades tras la revisión, pues debido al sistema francés de amortización (usado en España), la mayor parte de los intereses de una hipoteca se paga durante sus primeros años de vida", explican.

¿Qué pueden hacer los hipotecados a tipo variable ante estas perspectivas tan poco halagüeñas? "Estos clientes deben adelantarse a la subida de sus cuotas y hablar cuanto antes con su banco para tratar de negociar alguna medida que les ayude a amortiguar el golpe", responden los especialistas hipotecarios del comparador. Según sus previsiones, "lo más probable es que el euríbor cierre octubre por encima del 2,6% y que se sitúe en diciembre en torno al 3%, algo que no ocurría desde la crisis de 2008".

¿Qué opciones tienen los clientes que no puedan hacer frente a la nueva cuota de su hipoteca? Entre ellas está alargar el plazo para que no suba tanto, reducir el interés, aplicar una carencia total (no pagar cuotas durante un tiempo) o parcial (pagar solo los intereses durante un tiempo), recomiendan.

A esto se suman otras acciones, como pasarse al tipo fijo, ya sea a través de un acuerdo con el banco o con un cambio de entidad. Así, la cuota pasará a ser estable y no se encarecerá si el euríbor sube. "Eso sí, conviene darse prisa, porque los bancos están subiendo sus tipos fijos y es cada vez más difícil conseguir un precio competitivo", apuntan en HelpMyCash. Para el que prefiera continuar con un interés variable, puede rebajar su diferencial mediante una negociación con el banco o trasladando la hipoteca a otra entidad. "De este modo, cuando se revise su contrato, el interés será más bajo y las mensualidades no se encarecerán tanto".

El comparador recuerda que algunos de los hipotecados cuentan con protección legal. Por ejemplo, si una unidad familiar cobra hasta 24.318,84 euros brutos al año y debe dedicar el 50% o más de sus ingresos a pagar las nuevas cuotas de su hipoteca variable, puede acogerse al Código de Buenas Prácticas Bancarias. "Su entidad, en estos casos, está obligada a ofrecerle una carencia parcial de cinco años, rebajarle el interés a euríbor más 0,25% durante ese período y alargar su plazo de devolución hasta los 40 años", advierten.

Además, el Gobierno y los bancos se encuentran en este momento negociando nuevas medidas para aliviar la carga de los hipotecados. Esta solución pasará por alargar el plazo a los que la cuota les suba un 30% o más tras la revisión de su hipoteca variable, siempre que esta se contratara a partir de 2012. En principio, podrán acogerse los hipotecados que cobren hasta 24.318,84 euros brutos al año y que tengan que dedicar el 40% o más de sus ingresos a pagar las nuevas mensualidades.

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