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Los clientes de CaixaBank y Bankia o Unicaja y Liberbank con una hipoteca pueden desentenderse de las fusiones correspondientes si tienen la deuda saldada. Sin embargo, pueden encontrarse con problemas si no cancelan ya el préstamo ante el Registro para dejar sus viviendas oficialmente libres de cargas. Además, si la gestión la hacen ellos mismos pueden también ahorrarse dinero en el cobro de los honorarios.

Esta gestión se puede dejar en manos del banco antes de que lo absorban, se puede encargar a una agencia independiente o la puede llevar a cabo el propio cliente por su cuenta. Eso sí, en el caso de que las gestiones de la cancelación las haga el banco, hay que pagar unos 1.000 euros o más para hacer frente a los honorarios de la agencia y a los aranceles notariales y registrales asociados a la cancelación, puesto que las gestorías que trabajan para las entidades financieras suelen cobran unos honorarios más altos.

Así lo apuntan desde el comparador financiero HelpMyCash, que calculan que con una gestoría independiente es posible ahorrarse una media de unos 500 euros por los trámites. Pero el dinero no es lo único importante, puesto que esperan a después de la fusión para cancelar la hipoteca oficialmente puede traer problemas. Como explican, la clave está en un documento que se necesita para dejar la vivienda libre de la carga hipotecaria, el llamado certificado de deuda cero.

Lo emite la oficina bancaria del cliente y se usa para acreditar ante notario que la hipoteca ha sido pagada en su totalidad. Con este certificado en mano, el notario prepara una escritura de cancelación que el apoderado de la entidad debe firmar. Tras esto, se lleva la escritura al Registro de la Propiedad (junto al formulario del IAJD sellado por Hacienda) para que se elimine la carga del inmueble.

En caso de que dicho banco sea absorbido por otro, será el absorbente el que tendrá que emitir el certificado de deuda cero. Sin embargo, debido al proceso de fusión, el que pretenda tramitar la cancelación registral podría encontrarse con varios inconvenientes, como que su oficina haya cerrado y tenga que acudir a una nueva sucursal o que la entidad absorbente tarde más de la cuenta en actualizar sus bases de datos y aún no le conste que se ha pagado la hipoteca, entre otros.

LIBRE DE CARGAS

Dejar la vivienda libre de cargas tras pagar la hipoteca es especialmente aconsejable si se piensa vender la vivienda a corto o a medio plazo, puesto que el comprador, en la inmensa mayoría de los casos, no querrá registrar el inmueble a su nombre si este tiene cargas pendientes. Por ello, antes de la operación pedirá que se le entregue la nota simple para comprobar que, efectivamente, no hay préstamos hipotecarios vigentes sobre la vivienda, señalan desde el comparador.

Ahora bien, consideran que también es recomendable hacerlo incluso si el propietario no se plantea vender la vivienda a largo plazo. "Es cierto que las cargas hipotecarias se pueden eliminar automáticamente, con una instancia ante el Registro, cuando transcurren 20 años desde el vencimiento del plazo original, pero como es imposible saber si se querrá vender el inmueble o no en el futuro, aconsejan dejar tramitada la cancelación registral para evitar posibles problemas en el futuro", dicen.

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