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¿Qué hacer con el dinero? Es la pregunta que muchos ahorradores se hacen en medio de un panorama en el que la rentabilidad de los depósitos sigue bajando a la vez que dejar el dinero muerto en el banco puede generar pérdidas. ¿Son las cuentas remuneradas una opción interesante con la que poder sacar rendimiento?

Según los últimos datos del Banco de España, la rentabilidad de los depósitos de 12 a 24 meses se sitúa en el 0,04%. Pese a esto, el volumen de ahorro destinado a este producto continua incrementándose trimestralmente. Con los productos a plazo y garantizados ofreciendo rentabilidades reducidas, optar a un mayor rendimiento pasa inevitablemente por un cambio de estrategia. Es el consejo que aportan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que avisan de que "si se quiere optar a mayores rendimientos, hay que decantarse por una estrategia prudente que limite el riesgo a largo plazo", apuntando como alternativa de bajo riesgo a las cuentas remuneradas.

Actualmente, la mayoría de grandes bancos en España ya no ofrecen depósitos en sus catálogos. Desde que el Banco Central Europeo (BCE) bajara los tipos de interés al 0% en 2016, las entidades dejaron de interesarse por captar los ahorros de los clientes. Además, los bancos que todavía ofrecen depósitos a plazo fijo en España pagan una TAE cercana a 0 por el dinero de los españoles, "nada atractiva para los ahorradores", señalan desde el comparador financiero HelpMyCash.

No obstante, detallan que existen varios escenarios en los que interesa contratar un depósito a plazo fijo. Uno es si la cuenta en la que se tienen los ahorros cobra comisiones. En este caso, la rentabilidad será negativa y provocará la reducción del importe de los ahorros año tras año. "Con un depósito, aunque la rentabilidad sea muy baja, no pagaremos comisiones". Otra situación está pensada para aquellos a los que no les importa invertir en bancos extranjeros. Desde España, es posible acceder a rentabilidades superiores al 1% TAE.

Eso sí, a la hora de contratar un depósito no vale con tener en cuenta únicamente la rentabilidad. Lo más común es dejarse llevar por el interés, pero ese factor puede no ser el mejor indicativo. Así, conviene también fijarse en otros aspectos como el plazo, puesto que el dinero invertido no se puede recuperar hasta el vencimiento del depósito. Además, los depósitos, a diferencia de la gran mayoría de cuentas de ahorro, exigen el ingreso de un importe mínimo. Este factor es clave no solo a la hora de establecer un cálculo sobre los futuros beneficios del depósito, sino que también puede determinar la decisión. Por ejemplo, es posible que el depósito con la mejor remuneración exija un importe elevado que quizá el cliente no se puede permitir, con lo que, antes de contratarlo, es recomendable ser realista y escoger uno cuyo importe se adapte a las circunstancias personales.

Otra característica a tener en cuenta es que los depósitos no ofrecen beneficios sin fin, es decir, existe una cantidad límite que, una vez excedida, detendrá la rentabilidad del depósito. Igualmente, como la finalidad de un depósito es rentabilizar el capital introducido durante su contratación hasta el final del plazo, no todos los contratos contienen esta cláusula. Si desde un principio no se está seguro sobre la necesidad de requerir el dinero invertido antes del vencimiento del plazo, lo aconsejable será escoger un depósito que admita la cláusula de la cancelación anticipada, la cual conlleva una penalización por cancelación que afecta de forma parcial o total a nuestros beneficios.

Por otro lado está la seguridad. El Fondo de Garantía de Depósitos es un organismo estatal al que se encuentran adheridas todas las entidades de crédito de un país, entre ellas los bancos. Su función es proteger el capital contenido en las cuentas bancarias y los depósitos a plazo fijo de los usuarios hasta un máximo de 100.000 euros por producto y titular. Por tanto, toda cantidad inferior estará protegida y, en caso de quiebra o insolvencia de una entidad, recuperaremos nuestro dinero. Antes de invertir en un depósito, conviene revisar a qué Fondo está adherido el banco y hasta qué cantidad nos protege. Además, tanto si el depósito se ubica en España como en el extranjero, deberemos consultar la solvencia del país y de la entidad, pues son factores clave para determinar la seguridad de nuestros ahorros.

¿Y qué pasa con las cuentas remuneradas? Pues que pueden interesar a aquellos que quieran tener la misma operativa que una cuenta corriente, pero obteniendo un tipo de interés que beneficia al capital depositado. Como recuerdan desde el comparador, con una cuenta remunerada es posible domiciliar ingresos y recibos, dispone de tarjeta para pagar en comercios, permite sacar e ingresar dinero del cajero, puede emitir e ingresar cheques, realizar y recibir transferencias, y se puede vincular a otros productos del banco que no sean cuentas bancarias.

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