• Defiende que se necesita "más y mejor Europa" ante la incertidumbre política y económica
  • Sobre la banca en la sombra cree que es positivo promover la diversificación de la financiación
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Más y mejor Europa. Este es uno de los mensajes que ha reiterado este lunes en Madrid François Villeroy de Galhay, gobernador del Banco de Francia. El además también del Banco Central Europeo (BCE) considera que hay entidades que deben primar el fortalecimiento de su capital frente al pago de dividendos a sus accionistas.

El gobernador del Banco de Francia ha sido el ponente de la conferencia organizada por la Asociación de Mercados Financieros en el Gran Casino de Madrid, en la que ha defendido la necesidad de "más y mejor Europa" ante la creciente incertidumbre política y económica que afronta la Eurozona y tras el Brexit y la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.

Preguntado por la salud delos bancos, cuya rentabilidad sufre con el entorno de tipos bajos o en negativo (el euríbor lleva cerrando en su promedio mensual por debajo de cero desde febrero), presión regulatoria y mayor competencia de las fintech, ha defendido su fortaleza: "En general la salud es buena, los bancos son sólidos y tienen cada vez mayores niveles de solvencia". No obstante, reconoce que no es el caso de todas las entidades: "En algunos casos, hay bancos que deben primar con sus beneficios el fortalecimiento del capital frente a pagar dividendos", añade.

Sería útil tener entidades paneuropeas, para lo que se necesitan fusiones transfronterizas. Es una decisión privada, pero desde el supervisor hay que crear las condiciones necesarias

Así, ahonda en una advertencia del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) que reclamó en abril que los bancos de la Eurozona deberían ser alentados para mantener una mayor parte de sus beneficios dentro del banco en vez de retribuir a sus accionistas. El organismo, al que se unirá el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, en enero, aseguró que con esta vía las entidades podrían aumentar su capital propio y tener mayor capacidad de otorgar financiación.

En torno a los bancos europeos, también cree que una vez que la Eurozona consiga tener un sistema financiero sólido y se concrete la regulación de Basilea III, "sería útil tener entidades paneuropeas, para lo que se necesitan fusiones transfronterizas". "Esto es una decisión privada, pero desde el supervisor hay que crear las condiciones necesarias para que pueda ocurrir. Hay que fomentar que el ahorro circule libremente hasta donde haya oportunidades de inversión", subraya.

Otro de los desafíos a los que se enfrenta el sector financiero tradicional es la 'banca en la sombra'. El Banco de España minimizó esta amenaza en su último Informe de Estabilidad Financiera, en el que por primera vez mencionó este fenómeno, que engloba a entidades y actividades de intermediación financiera fuera del 'sistema bancario regular' que ofrecen financiación a través de canales no bancarios. En España, las estimaciones del Financial Stability Board (FSB), organismo especializado en monitorizar y realizar recomendaciones sobre el sistema financiero global, es que alcanza el 5% del total de los activos de las instituciones financieras.

“Este tamaño relativo hace pensar que estas fuentes de financiación alternativa para la economía española no pueden tener a corto plazo un impacto muy relevante en el mercado de crédito, aunque puede haber desarrollos incipientes, que será necesario monitorizar convenientemente”, aseguró el organismo que gobierna Luis María Linde, quien precisamente ha acompañado a su homólogo francés este lunes en Madrid.

Sobre la banca en la sombra, Villeroy considera que "hay que promover la diversificación en la posibilidad de financiación de las empresas europeas". Asimismo, sobre su regulación, considera que "tiene que haber coherencia en las exigencias, aunque no universalidad".

"MÁS Y MEJOR EUROPA"

La cita más repetida por el gobernador del Banco de Francia hoy en Madrid ha sido la de profundizar en el proyecto europeo. En línea con los discursos del presidente del BCE, Mario Draghi, ha reclamado reformas estructurales y una política fiscal expansiva en los países en los que haya margen para ello, "como por ejemplo Alemania".

Para Villeroy, el gran problema económico de la Eurozona actualmente es la contracción de las inversiones, que señala que aún no han alcanzado los niveles previos a la crisis financiera que se desató en 2008. Entre otras razones, alude al "alto coste del capital pese a la reducción de los tipos de interés". "Las empresas están primando pagar dividendos frente a reinvertir sus beneficios para innovar porque soportan una prima de riesgo con sus inversiones", asegura el miembro del BCE. "Europa necesita más inversión", sentencia.

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