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Vidrala ha ganado un 7,2% menos en el primer semestre del año. La compañía ha reconocido en sus resultados, remitidos a su vez a la CNMV, que se ha visto impactada por la crisis del coronavirus y "un entorno particularmente cambiante".
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El beneficio neto atribuido de Vidrala en el periodo ha ascendido a los 62,2 millones de euros. Su BPA se ha situado en los 2,30 euros y su Ebitda en los 122, 4 millones, un 6,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Los niveles de deuda de Vidrala a 30 de junio han caído un 27% interanual y sus ventas han caído un 6,5% hasta los 474,4 millones de euros.
En este contexto derivado de la crisis sanitaria del Covid-19 y ante la situación "particularmente cambiante", Vidrala espera que los volúmenes de venta disminuyan entre el 5% y 10% para el conjunto del año 2020 y que los márgenes operativos -Ebitda sobre las ventas- se consoliden por encima del 25%.
En cualquier caso, las directrices de largo plazo se mantendrán "intactas, firmemente enfocadas" hacia sus tres prioridades: el cliente, la competitividad y el capital. "Mantendremos una estricta disciplina financiera, una sólida posición financiera y un enfoque en la rentabilidad a largo plazo", añade Vidrala.