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Los problemas siguen asolando Tesla. La fabricante de vehículos eléctricos, que ha afrontado este verano un sinfín de desafíos, como el fallido intento de salir de Wall Street que quería llevar a cabo su consejero delegado, Elon Musk, se encuentra ahora "en un infierno logístico", según el excéntrico fundador de la compañía.
"Lo siento, estamos en un infierno logístico que está afectado a la producción, pero estamos haciendo rápidos progresos, debería estar solucionado pronto", afirmó Musk en Twitter ante la queja de un cliente por un retraso en la entrega de su vehículo.
"Estamos haciendo rápidos progresos y esperamos solucionarlo pronto", afirma el CEO de la firma
El multimillonario de 47 años, que volvió a ser el centro de la polémica tras su aparición fumando un porro en plena crisis de Tesla, busca así calmar la ira de algunos accionistas después de aquel vídeo que se hizo viral y dañó aún más la imagen de su compañía.
Desde los problemas para cumplir con los objetivos de producción en el Model 3, Tesla ha peleado por cumplir con sus plazos de entrega. La automovilística afirmó el pasado mes de agosto que esperaba fabricar hasta 55.000 vehículos Model 3 en el tercer trimestre del año.
Una de las medidas que va a llevar a cabo la fabricante es eliminar varias opciones de colores en los que estarán disponibles su vehículos, para optimizar así el proceso de producción.
LAS REPARACIONES QUEDARÁN "EN CASA"
Musk ha destacado también en su perfil de Twitter que Tesla empezará a hacer las reparaciones por colisión de sus vehículos en sus propios talleres, para hacer frente al retraso de otras empresas que "toman semanas e incluso meses, volviendo locos a los clientes (y a nosotros)".
De hecho, Musk subraya que en algunos casos se puede entregar el vehículo reparado en menos de 24 horas, lo que agilizaría el proceso y, paralelalemente, mejoraría la percepción de la marca a ojos de los conductores.
