La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha puesto en marcha formalmente su prueba de resistencia 2021 para los bancos, que tiene como objetivo poner a prueba su capacidad de recuperación ante choques potencialmente adversos.
Según recoge un informe de la agencia S&P, a efectos del ejercicio, la EBA ha definido "un duro escenario adverso", que contempla una contracción económica prolongada en Europa durante 2021-2023 debido a una pandemia que se extiende en el tiempo y a un 'shock' en la confianza.
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"Acogemos con satisfacción la realización de la prueba de resistencia y seguiremos de cerca el resultado, que se espera que se publique antes del 31 de julio de 2021. Creemos que la prueba a la banca proporcionará a los inversores información adicional, que será especialmente valiosa en esta ocasión, dada la gran incertidumbre que rodea el impacto de la pandemia en los libros de los bancos", explica S&P.
El objetivo de los test de estrés de la EBA es poner a prueba la capacidad de resistencia de los bancos en caso de que se produzca un aumento de las pérdidas crediticias mayor de lo previsto, evidenciando así posibles carencias de capital. "Pero también esperamos que ofrezca información sobre el talón de Aquiles de muchos bancos europeos: la persistente debilidad de la rentabilidad", concluye la agencia de calificación.
