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La compañía alemana de suministro eléctrico RWE registró un beneficio neto atribuible de 335 millones de euros en 2018, lo que representa una caída del 82,4% respecto de sus ganancias del ejercicio anterior, cuando la empresa contabilizó atípicos relacionados con el reembolso de impuestos al combustible nuclear en Alemania, según explicó la compañía.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de RWE en 2018 se situó en 1.538 millones de euros, un 28,4% menos que un año antes.
Los ingresos de la 'utility' germana en el conjunto del pasado ejercicio alcanzaron los 13.529 millones de euros, incluyendo impuestos sobre el gas y la electricidad, una cifra un 3% inferior a la del año anterior.
A finales de 2018, la compañía energética había prácticamente completado su objetivo de reducir su base de costes en 300 millones anuales respecto a 2016.
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De cara al ejercicio en curso, RWE espera alcanzar un Ebitda ajustado de entre 1.200 y 1.500 millones de euros, así como un beneficio neto ajustado de entre 300 y 600 millones de euros, añadiendo que, a pesar de anticipar una tibia recuperación de los precios de la electricidad, esta se verá contrarrestada por los efectos negativos de las decisiones judiciales sobre el bosque de Hambach y la capacidad del mercado del Reino Unido.
"Nuestro negocio operativo se comporta según nuestro plan y contamos con una base financiera muy buena", declaró Martin Schmitz, consejero delegado de RWE.
La compañía propondrá el reparto de un dividendo de 0,70 euros por acción en relación con el ejercicio 2018 y elevará la retribución de los accionistas a 0,80 euros en 2019.
