Más problemas para la cúpula blaugrana. Si su desastrosa temporada no hubiese sido poco, la marcha de Leo Messi ha incendiado aún más los ánimos de sus aficionados contra la directiva que preside Josep María Bartomeu. El presidente ha puesto en manos del astro argentino su continuidad al frente de la entidad catalana, ofreciendo su dimisión a cambio de que el rosarino recapacite y se quede en el club de su vida. A pesar de ser un movimiento del agrado para la mayoría de los seguidores azulgranas, la aprobación de Messi podría mandar a la "ruina" al ejecutivo catalán ya que debería afrontar con su propio patrimonio una importante suma de los presupuesto para el año que viene.
La aparición del coronavirus ha eclipsado todas las facetas de nuestra vida y el fútbol no iba a ser menos. El virus ha manifestado las costuras de las cuentas de todos los equipos.
En concreto, FC Barcelona tenía previsto alcanzar 1.100 millones de ingresos durante la temporada 2019/2020. Sin embargo, la inactividad en los tres meses de confinamiento, el cierre del estadio, museos y tiendas han provocado que está cifra se desvanezca y queden más pérdidas que ganancias. Pero, sin ninguna duda, lo que más ha pesado han sido los ingresos de televisivos, con los que el Barça la pasada temporada se embolsó 154 millones de euros y se convirtió en el club que más ganó gracias a las televisiones.
De esta forma, se espera que las arcas del equipo azulgrana cierren el ejercicio en negativo, alcanzando hasta los 150 millones de euros, como reconoció el propio club. Aunque las ventas de varios futbolistas hayan aliviado esta cifra, se han recaudado un total de 90 millones de euros aproximadamente, no han sido suficientes para cubrir los número rojos y cuadrar a 0 el balance del año.
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El conjunto de las pérdidas y la gestión, cuanto menos cuestionable, que ha llevado a cabo Bartomeu y su gente ha provocado que no posean la liquidez necesaria para satisfacer los prepuestos de la campaña 2020/2021 y, por ende, tener que rascarse el bolsiillo y apoquinar de su propio patrimonio la cantidad restante, unos 20 millones de euros. El órdago de Bartomeu parece ser un arma de doble filo, ya que ni su propia directa se esperaba "bajo ningún concepto" está decisión hasta que no se se tuviera bien atada este multimillonario aval.
MESSI JUEGA CON UN AS EN LA MANGA
Derivado del lío que conlleva la marcha de Messi, otro de los puntos calientes en el que jugador y club chocan es en el tema de su contrato. El argentino, de seguir en sus trece, buscará a toda costa salir gratis del club que le vio crecer, tanto él como su círculo más cercano entienden que hay una base legal para ello.
No obstante, el FC Barcelona no lo ve de esta forma. El equipo de la cuidad condal se ciñe al 10 de junio, fecha en la que cada año caduca esa cláusula del contrato que permite a Messi decidir irse gratis del club. Por tanto, quien lo quiera tendrá que abonar los 700 millones de euros de su cláusula de rescisión.
El rosarino se ampara en que el contexto de la presente liga que, dado la incidencia de el Covid-19, cambia por completo el escenario. Messi se defiende señalando que esa fecha solía ser la elegida porque para entonces la temporada regular ya había finalizado. Pero no el caso de este curso, que se ha alargado hasta agosto.
En derecho existe una figura jurisprudencial conocida como 'rebus sic stantibus', que viene a decir algo como "estando asi las cosas..", de lo que el astro argentino quiere beneficiarse ya con su aplicación existe la posibilidad de que los contratos puedan interpretarse, si la situación lo merece, como ha informado El Confidencial.
