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ICO.

El Gobierno quiere llegar donde el BCE no ha llegado. A partir de esta misma semana, el Ejecutivo de Pedro Sánchez permitirá al ICO la compra de hasta el 50% de pagarés de aquellas empresas no financieras que se quedaron fuera del paraguas de Lagarde al incumplir los requisitos y emitan desde España.

Así lo incluye el BOE del pasado sábado, en el que se apunta al banco público como posible participante de la emisión de pagarés en calidad de inversor.

Esta medida es simultánea e independiente a los 4.000 millones de avales ICO para blindar hasta el 70% de las emisiones de empresas no financieras con sede social en España aprobados con anterioridad. Además, el banco público puede elegir si comprar o no pagarés sin tener en cuenta si están o no avalados.

Desde BME señalan a Bolsamanía que es una medida "favorable, que esperamos que sirva para facilitar a las compañías el acceso a una financiación flexible y diversificada".

A su vez, Gonzalo Gómez Retuerto, director general de BME Renta Fija, ha asegurado en declaraciones al diario Cinco Días que se la medida se trata de "una rara avis", al no existir nada igual en Europa. "No descarto que nos la copien", apostilla.

Las empresas que quieran optar a esto deben haber registrado su programa de emisión fechado el 23 de abril. A continuación, se deberá firmar un convenio con BME, el ICO y las entidades colocadas. El plazo inicial de lanzamiento de este papel avalado es el 30 de septiembre aunque si la demanda lo requiere, no se descarta que se extiendan los plazos.

Para el emisor, el coste del aval será del 0,3% en pagarés de hasta 12 meses y del 0,6% en los restantes, con un máximo de hasta dos años. El ICO se llevará un 0,05% de comisión por cada gestión. “La buena noticia es que el aval reducirá a la mínima expresión el coste de emisión de las empresas porque dispara su calidad crediticia. Probablemente veamos dos segmentos de mercado de ahora en adelante: uno con aval y otro sin él”, augura Retuerto.

LAS EMPRESAS MÁS NECESITADAS, FUERA DEL PARAGUAS

Esta nueva medida sigue dejando fuera a las empresas que más necesitan estos avales. El ICO cierra las puertas a la compra de pagarés a todas aquellas compañías que no los vendan en España. Muchas de ellas vienen colocando sus bonos fuera de nuestro país a través de filiales (o de bancos de inversión en los que delegan la operación) y sin duda atraídos por los cantos de sirena que les llegan de otras regiones como Irlanda.

Más allá de Dublín (que ya ha ofrecido sus ventajas en trámites burocráticos, costes, fiscalidad y una mayor visibilidad a escala internacional a empresas del Ibex como Grifols, Acciona y Ferrovial), estas compañías registran sus bonos en Holanda, Luxemburgo, EEUU e incluso en Londres (pese a las incertidumbres que ha planteado y plantea el Brexit) antes que en España.

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