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Sede de la constructora FCC en Madrid (España), a 31 de octubre de 2019. La Audiencia Nacional ha imputado como como persona jurídica a la constructora FCC por delitos de corrupción en transacciones internacionales y blanqueo de capitales.Eduardo Parra - Europa Press

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FCC se ha adjudicado la construcción del segundo tramo del Tren Maya en México por 710 millones de euros. La constructora española controlada por Carlos Slim realizará estas obras en consorcio con Cisca, empresa que también es propiedad del magnate méxicano.

La institución pública mexicana para la promoción de la inversión turística, Fonatur, se ha decantado por la oferta de FCC y Cicsa a pesar de que no era la más económica. De hecho, era la cuarta más barata. En la decisión ha primado la puntuación técnica. El consorcio se ha impuesto a otras quince ofertas, de las cuales algunas tenían representación española (Sacyr, Azvi, Copasa y Rubau).

Este segundo tramo del corredor ferroviario consta de 235 kilómetros y enlaza las localidades de Escárcega y Calkiní, en el Estado de Campeche. La previsión es que los trabajos comiencen el próximo 12 de mayo, pero se necesita el visto bueno de las autoridades sanitarias debido a la pandemia del coronavirus.

El primer tramo de 226 kilómetros fue adjudicado la semana pasada al consorcio formado por la portuguesa Mota-Engil y China Comunication Construction Company, que se impuso a las propuestas que habían presentado Sacyr, FCC y otras empresas españolas, como Copasa y ASCH.

MEGAPROYECTO VALORADO EN 6.300 MILLONES

El Tren Maya, impulsado por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos de México, con un presupuesto de 6.300 millones. La primera fase consta de un total de 951 kilómetros divididos en cinco tramos (dos ya adjudicados). La intención era que esta fase se comenzase a construir en verano para empezar a operar en 2023, pero todo apunta a que la pandemia del coronavirus retrasará los plazos.

Posteriormente se desarrollará una segunda fase que contará con 509 kilómetros divididos en dos tramos. En este caso, se prevén las adjudicaciones para finales de 2020, siempre y cuando se hayan recibido el visto bueno de las autoridades medioambientales pertinentes. En total, la línea ferroviaria contará con 1.460 kilómetros en los que se repartirán 18 estaciones y 12 apeaderos.

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