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Elon Musk se ha comprado Twitter. El hombre más rico del mundo gracias a su participación en el fabricante de coches eléctricos Tesla ha señalado que "no me importa la economía en absoluto" porque "tener una plataforma pública que sea de máxima confianza y ampliamente inclusiva es extremadamente importante para el futuro de la civilización".

Aunque no le importe el dinero, Musk es un genio de las finanzas y ha conseguido en solitario financiación para una de las compras apalancadas más importantes de la historia, valorada en 44.000 millones de dólares.

El debate, más allá de si ha pagado demasiado dinero por Twitter o de los cambios que realizará en los algoritmos de la plataforma, es si permitirá la vuelta de Donald Trump, tal y como ya anticipan algunos sondeos.

Según una encuesta de YouGov en Estados Unidos, el 54% de los votantes republicanos, que apoyaron a Trump en las últimas elecciones, piensan que la compra de Musk será buena para la sociedad. Por el contrario, tan sólo el 7% de los votantes demócratas comparten esa opinión.

Uno de los temas más populares en Twitter después de que se anunciara el acuerdo fue el posible regreso de Trump, que utilizó la plataforma como altavoz para llegar a la Casa Blanca y fue conocido como el presidente tuitero durante su mandato. Sin embargo, tras perder las elecciones y el asalto al Capitolio, fue vetado tanto por Twitter como por el resto de las grandes redes sociales americanas.

En este sentido, Musk ha dicho que será "muy cauteloso con las prohibiciones permanentes", ya que prefiere "limitaciones temporales". Y esto anticipa en cierto sentido la vuelta de Trump y otros políticos que han sido prohibidos. Un regreso que también defiende la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, que cuenta con Musk como uno de sus mayores donantes.

Por tanto, el posible regreso de Trump a Twitter está más cerca que nunca tras la compra de Musk. Sin embargo, la aplicación de Twitter depende de Apple y Google para su distribución en los teléfonos móviles, por lo que tendrá que hilar muy fino para que los gigantes tecnológicos americanos toleren la vuelta de Trump. Sobre todo si este sigue defendiendo que las elecciones presidenciales en las que perdió ante Biden fueron manipuladas.

"Twitter tiene muchos usuarios apasionados y la empresa tendrá que trabajar duro para tratar de retenerlos y atraer nuevos usuarios si Musk establece un régimen que cambia la forma en que opera la plataforma", explica Russ Mould, estratega de AJ Bell.

"Las sugerencias de que se tomarán medidas drásticas contra las cuentas de bots serían beneficiosas para los usuarios, pero no a todos les gusta la idea de la libertad total de expresión. Una plataforma no moderada podría fomentar un entorno tóxico y hacer que los usuarios se vayan en masa", añade este experto.

Para Russ Mould, Musk "se está arriesgando mucho al usar las acciones de Tesla como garantía". Porque si las acciones caen, eso sería un problema importante para financiar la operación.

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