• En los últimos año ha realizado tres ERE y ya prepara un cuarto
  • La herencia de los hermanos Salazar ha sido un lastre para la compañía

La tradicional gitana de Carbonell corre peligro junto al olivo. Su matriz y uno de los grandes grupos oleícolas a nivel mundial, Deoleo, vive momentos críticos y está luchando por su supervivencia. Los números rojos se han instalado en la compañía: 74 millones de pérdidas en 2014, 61,3 millones en 2015 y 179 millones de euros en 2016.

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La aceitera propietaria también de Koipesol, Hojiblanca, Koipe, Carapelli, Bertolli, Girald, entre otras, ha incurrido en causa de disolución. Desde la compañía aseguran que “el consejo propondrá a la junta de accionistas los acuerdos a adoptar para restablecer el equilibrio patrimonial y revertir esta situación. La compañía cuenta con una cifra de capital social suficiente para el restablecimiento del equilibrio entre el capital y el patrimonio neto”, asegura en un comunicado.

La facturación de la empresa aceitera cayó un 15% en 2016, hasta los 695,2 millones de euros y su volumen de ventas de Deoleo descendió un 22%. El principal motivo de esta caída: las marcas blancas. En 2015, el consumo de aceite de marcas blanca creció hasta el 68%. El gran beneficiado ha sido Mercadona y su proveedor Sovena. Ambos se han convertido en los grandes líderes del mercado y venden uno de cada tres litros de aceite que se consume en España.

LA HERENCIA DE LOS HERMANOS SALAZAR

La situación delicada que vive el gigante aceitero comenzó entre los años 2007 y 2009. Con los hermanos Jesús y Jaime Salazar, expresidente y exconsejero delegado de la compañía, por entonces se conocía como Sos Cuétara, fueron los protagonistas. Ambos crearon, presuntamente, un entramado en su último período al frente de la compañía para desviar fondos de la empresa y causaron un agujero de más de 220 millones de euros.

La facturación de la empresa aceitera cayó un 15% en 2016, hasta los 695,2 millones de euros, debido a la subida de los precios del aceite en origen

El pasado mes de octubre, la Audiencia Nacional dictó la apertura del juicio oral sobre los hermanos Salazar, junto a seis personas que habrían colaborado en esta presunto delito. La aceitera reclama 280 millones de euros por desviar fondos a terceras empresas. El caso debería tener sentencia durante este año y, en el caso de salir favorable, supondría un soplo de aire fresco para Deoleo.

No obstante, este suceso fue el inicio de la caída de la compañía. En 2008, Sos Cuétara vendió la famosa galletera al Grupo Nutrexpa por 215 millones de euros. Tras ello, en 2010, también se deshizo de su división arrocera Sos a través de un acuerdo con Ebro Foods de 195 millones de euros. Un año después el grupo adoptó el nombre de Deoleo.

Tras un proceso de restructuración empresarial, el fondo británico, CVC Capital Partners, entró en la compañía en 2014 previó pago de 220 millones de euros que le permitió controlar el 48% de la compañía. Un porcentaje que ampliaría hasta el 50% tras la compra de un paquete accionarial de 22,19 millones de euros. Su inversión se produjo en pleno proceso de reorganización de la empresa y tras sufrir tres ERE.

La llegada de CVC Capital Partners no ha servido para reconducir la senda de Deoleo. El pasado mes de septiembre buscaron dar un giro al rumbo de la compañía con cambios en la cúpula de la empresa: una nueva presidenta, Rosalía Portela, y nuevo consejero delegado, el italiano Pierluigi Tosato, que sustituían al expresidente José María Vilas y el exconsejero delegado, Manuel Arroyo.

Pero tras los resultados de 2016, el futuro no es muy halagüeño. El fondo británico y accionistas como Fundación Unicaja (10%), Fundación La Caixa (4,99%), Kutxabank (4,84%) intentan adoptar medidas para reconducir la situación.

UN NUEVO ERE SE AVECINA

Sus resultados de 2016 no son la única mala noticia en este arranque de 2017. El 17 de enero, Deoleo le comunicó a la CNMV su intención de iniciar un ERE que afectaría a un total 95 trabajadores, (56 de la factoría de Alcolea (Córdoba), 9 de Andújar (Jaén) y 30 de sus oficinas en Rivas Vaciamadrid (Madrid).

La compañía aceitera española explicó que esta medida, que afectará aproximadamente al 14% de la plantilla, se tomó por "causas productivas y organizativas". Un hecho que también coincide con la venta el pasado mes de octubre de su fábrica en Antequera (Málaga) y de su fábrica en Inveruno (Milán, Italia).

SIN BALSA DE ACEITE EN EL MERCADO

La compañía se resintió en el mercado tras presentar resultados. Sus acciones se desplomaron un 10% y, por momentos, llegaron hasta un 14%. Su precio se sitúa en el 0,22 euros por acción. No obstante, el analista Nuno Estácio de Haitong Securities recomienda mantener posiciones en el valor y sitúa el precio objetivo de la acción en 0,26 euros.

Gestoras como Abante también apuestan por este valor y controla el 0,26% del capital, que está valorado en 3 millones de euros. Por su parte, AzValor también tiene exposición a la aceitera reteniendo acciones valoradas en 2,6 millones de euros (0,23% del capital). También opta por este valor Alpha Plus, cuyo fondo Iberian Value fue el mejor en bolsa española en 2016. En los últimos tres meses, ha aumentado su posición en Deoleo en 500.000 euros hasta alcanzar el 0,21% del capital, con títulos valorados en 2,3 millones de euros.

Por otro lado, Anna Zyniewicz, Alphavalue recomienda perder posición en este valor, situando su precio objetivo en 0,22 euros. Por último, Ignacio Romero, analista de Banco Sabadell, recomienda vender y apunta a un valor objetivo de 0,25 euros la acción.

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