La cifra mágica es 68. Son los diputados que necesita el futuro Govern de la Generalitat en el Parlamento catalán para poder alcanzar una mayoría absoluta y estabilidad de cara a la legislatura. Con una participación histórica, la más alta de la historia en España, Ciudadanos ganó las elecciones autonómicas del 21-D en Cataluña con más millón de votos y 37 escaños.
Sin embargo, el partido liderado por Inés Arrimadas logró una pírrica victoria eclipsada por los resultados de la coalición de facto formada por el antiguo Govern. Junts per Catalunya (34 escaños), la lista encabezada por el expresident Carles Puigdemont, mejoró la foto que mostraban las encuestas, mientras que la ERC de Oriol junqueras y Marta Rovira recibió como un jarro de agua fría el hecho de convertirse en la tercera opción política.
La histórica participación alcanzó el 81,9%, la más alta registrada en unas elecciones en España. La movilización del voto no nacionalista logró catapultar a Ciudadanos hasta el trono del partido más votado, pero con falta de visibilidad en los apoyos para formar gobierno como se puede apreciar en el pactómetro.
Junto a PSC o PP apenas sumaría 57 escaños de los 68 necesarios para alcanzar la mayoría. Ni siquiera con el apoyo de los 8 diputados comúnes de Xavier Domenech llegarían a esa cifra. Quienes sí alcanzan la cifra de los 68 diputados son los partidos que formaban el antiguo Govern de Cataluña.
La división de la coalición Junts per SI en ERC y Junts per Catalunya ha dado buenos réditos al bloque independentista a costa de sacrificar a los radicales de la CUP, que ha bajado de 10 a 4 escaños su representación. Todo cambia con la victoria de Ciudadanos, pero nada cambia con la posición mayoritaria del bloque soberanista.
