• Los futuros del Dow Jones vuelven a sufrir: recortan su caída a 300 puntos
  • El dólar vuelve a encajar bien el golpe
  • China ha asegurado que tomará nuevas medidas para salvaguardar los intereses del país si Estados Unidos se mantiene en su comportamiento proteccionista
donald trump

Donald Trump golpea de nuevo. Después del ‘toma y daca’ arancelario por valor de 100.000 millones de dólares que puso a los mercados al borde de un ataque de nervios entre China y EEUU del miércoles, el presidente estadounidense ha subido sus apuestas en lo que toma tintes de auténtica guerra entre las dos primeras potencias mundiales. Ha asegurado este jueves en un comunicado que ha ordenado a los funcionarios comerciales estadounidenses que consideren 100.000 millones de dólares adicionales para China.

Trump ha señalado que estos nuevos gravámenes se están considerando "a la luz de la represalia injusta de China" contra las acciones comerciales previas de Washington, que incluyen tarifas de 50.000 millones de dólares a los productos chinos.

Además, el magnate ha afirmado que el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, ha determinado que China "ha participado repetidamente en prácticas injustas para obtener propiedad intelectual de Estados Unidos".

Los mercados financieros han oscilado violentamente en los últimos días en respuesta al temor de una escalada en las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo. Esta vez no ha sido diferente, el futuro del Dow Jones ha encajado muy mal la noticia y se ha llegado a desplomar 400 puntos, una caída que recorta hasta los 300 puntos (1,15%) en la preapertura.

La reacción moderada del ‘billete verde’ se debe, en parte, a la mano tendida que Trump ha mostrado al Gobierno de Xi Jinping

El dólar, por su parte, ha cedido un 0,2% ante el yen, hasta cambiarse de manos en 107,00 unidades, pero se ha recuperado desde este mínimo alcanzado en la sesión. El euro logra avanzar moderadamente desde los mínimos de más de un mes contra el dólar del jueves y la libra trata de remontar, de camino a los 1,40 dólares, tras su retroceso de las últimas horas, cuando también alcanzó su peor cambio en casi tres semanas.

El mercado de las divisas sigue convencido de que China y EEUU acabarán negociando y que todo el ruido que llega desde ambas potencias no es más que un fogueo antes de las negociaciones. No obstante, los analistas aseguran que los inversores se mantendrán en guardia a medida que el último plan de impuestos a las exportaciones chinas se detalle.

CRÍTICAS A LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO

Donald Trump ha señalado este viernes en Twitter que "China, que es una gran potencia económica, se considera una nación en desarrollo dentro de la Organización Mundial del Comercio. Por lo tanto, obtienen tremendos beneficios y ventajas, especialmente en los Estados Unidos. ¿Alguien piensa que esto es justo? Estábamos mal representados. La OMC es injusta con EEUU", apunta.

WASHINGTON, DISPUESTO A DIALOGAR

De hecho, la reacción moderada del ‘billete verde’ se debe, en parte, a la mano tendida que Trump ha mostrado al Gobierno de Xi Jinping. En el mismo comunicado en que anunciaba nuevas acciones contra productos chinos, que elevan el total en juego a 200.000 millones de dólares, entre ambos países, también ha asegurado estar dispuesto a dialogar con el Gobierno chino en materia comercial en un intento por acabar con la disputa.

"Están teniendo lugar conversaciones con el Gobierno chino sobre comercio", aseguran desde la Casa Blanca

Además, fuentes de la Casa Blanca han informado a Reuters que, a pesar de que no se han establecido aún sesiones de negociación al respecto, la Administración está dispuesta a entablar reuniones "si estas son serias".

"Están teniendo lugar conversaciones con el Gobierno chino sobre comercio", ha aseverado un alto cargo estadounidense en el marco de un aumento de la tensión entre ambos países debido a las políticas arancelarias de Trump, que ha acusado a Pekín de vulnerar las leyes de propiedad intelectual.

LA SOJA SIGUE SIENDO EL QUID DE LA CUESTIÓN

Antes del último anuncio, legisladores estadounidenses han expresado su inquietud respecto a la amenaza para el sector agrícola estadounidense por la confrontación comercial con China. Además, la Asociación de la Soja Americana (ASA), que agrupa a los productores de soja, ha instado a la Casa Blanca a "reconsiderar" el arancel del 25% sobre 1.300 productos chinos que ha llevado al gigante asiático a responder con medidas homologables sobre 106 exportaciones estadounidenses. China asume el 61% de las exportaciones de esta legumbre desde EEUU y es su primer mercado mundial, donde se vende la tercera parte de la producción total estadounidense.

En este sentido la Asociación ha expresado su "extrema frustración" con respecto a la escalada en la guerra comercial entre EEUU y China y ha solicitado a la Casa Blanca que reconsidere las tarifas arancelarias que han provocado estas represalias por parte china.

Trump no ha olvidado al ‘lobby’ de agricultores y ha especificado en su comunicado de la pasada madrugada que ha dado instrucciones al secretario de Agricultura, Sonny Perdue, para que use su “autoridad para implementar un plan que proteja a los granjeros y los intereses de la agricultura estadounidense.

CHINA ASEGURA QUE TOMARÁ NUEVAS MEDIDAS

El Ministerio de Comercio chino ha asegurado este viernes que tomará nuevas medidas para salvaguardar los intereses del país si Estados Unidos se mantiene en su comportamiento proteccionista. El Ministerio ha reiterado a través de su página web que no quiere una guerra comercial, pero que no tiene miedo de una, y ha asegurado que el conflicto comercial ha sido provocado por Estados Unidos.

Los medios estatales chinos también han criticado este viernes la "amenaza ridícula" de Trump. "Esta última intimidación refleja la profunda arrogancia de algunas élites estadounidenses en su actitud hacia China", ha señalado el diario estatal 'Global Times'.

Según el diario, Trump ha querido desahogar su ira con una declaración "similar a una bomba". 'Global Times' ha asegurado que si las tarifas se ponen realmente en práctica y cuáles serán las consecuencias "son secundarias para él".

Washington propuso este martes 50.000 millones de dólares en aranceles sobre productos chinos con el objetivo de obligar a Pekín a abordar lo que Estados Unidos dice que es un robo muy arraigado de la propiedad intelectual estadounidense y la transferencia forzada de tecnología de empresas norteamericanas.

China respondió con sus propios aranceles sobre las importaciones de Estados Unidos en productos como soja, automóviles, whisky y productos químicos.

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