• Stephen Mnuchin, secretario del Tesoro estadounidense, no ha confirmado aún el marco regulatorio sobre el que se sucederá la persecución al petro
  • Los monederos actúan como 'cajas negras' sobre el dinero o activos que los inversores poseen
  • Las plataformas de intercambio de 'criptos' son las únicas infraestructuras sobre las que el control parece trivial
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Se acabó lo que se daba. El presidente estadounidense Donald Trump anunció este lunes la veda sobre toda adquisición de la criptodivisa bolivariana de Nicolás Maduro. El ‘petro’, nombre heredado de su valor respaldado por las reservas de crudo del país sudamericano, comenzó su comercialización el pasado mes de febrero en una fase de preventa que cerró este miércoles 21 de marzo. Así, el líder republicano continúa en su misión de cortar las alas a uno de los enemigos públicos más reconocibles del país, con los ojos puestos en las elecciones de medio mandato que se celebrarán en noviembre.

Los tokens bolivarianos, montados sobre la cadena de Ethereum bajo contratos estándar ‘ERC20’, se han ofrecido a todo interesado a cambio de 60 dólares, lo equivalente a un barril de crudo venezolano. En un acto que es ilegal por ligar reservas gubernamentales públicas a través de un contrato privado con inversores, la administración de Nicolás Maduro inició una ronda de financiación lejos del control de los reguladores monetarios del mundo.

Y es que la inspección sobre estas operaciones no es evidente. Las criptodivisas se han destapado como un activo traspasable sin la necesidad de intermediarios y con capacidad de mantener opaca la identidad de las partes implicadas. Acusaciones sobre la financiación de terroristas, el mercado negro de armas o el comercio de drogas son algunas de las lacras de este innovador mercado que los principales gobiernos ya se esfuerzan en regular.

Maduro no es ajeno a esta situación, y con su divisa respaldada por crudo, el tráfico de 'billete verde' hacia el territorio bolivariano podría renacer pese a los bloqueos internacionales, el Tesoro estadounidense y el propio Trump. Porque las palabras del presidente el lunes sobre acabar con la compra de ‘petros’ podrían quedarse en solo eso, palabras.

TRUMP TRATA DE GANAR VOTOS ANTE SU EXAMEN EN LAS URNAS

Las elecciones legislativas del próximo noviembre reflejarán el sentir de los ciudadanos estadounidenses sobre el desempeño de Trump durante sus casi dos primeros años de mandato. Los sondeos otorgan un 54,6% de posibilidades de vitoria al bando demócrata. El presidente reduciría sus apoyos en sendas cámaras, en un fenómeno recurrente a lo largo de la historia de los Estados Unidos. El gobernante en ejercicio suele perder una media de 32 asientos en la Cámara de Representantes y 2 en el Senado, una situación quizás reversible a través del bombardeo de mensajes ‘fáciles de digerir’ para el electorado.

"Trump busca tensionar a la opinión pública identificando enemigos (...) que se pongan de su parte", Pacheco i Canals

"Donald Trump es un populista de manual, cuya estrategia es la de proyectar los problemas en algún tipo de enemigo externo: Corea del Norte, Venezuela o los traficantes de drogas", explica a ‘Bolsamanía’ Jordi Pacheco i Canals, politólogo y decano del Col·legi de Politòlegs i Sociòlegs de Catalunya (Colpis). Ante la cita con las urnas de noviembre, lo que busca es "tensionar a la opinión pública identificando a estos 'enemigos' para lograr que se pongan de su parte", añade el experto.

El resultado de tal medida es, por lo tanto, secundario. Para el politólogo, la efectividad del veto es cuestionable, especialmente sobre ciudadanos cuya inversión sea anecdótica. En todo caso, el bloqueo se producirá frente a grandes fondos y compañías, impidiendo la financiación del régimen bolivariano a través de unas hipotéticas compras de ‘criptos’.

MNUCHIN TIENE EL ENCARGO DE APLICAR EL VETO

En lo que al despliegue de la orden ejecutiva se refiere, es de aplicación inmediata, pero el desarrollo de la regulación que de ella se derive dependerá del departamento de la Administración estadounidense que deba legislarla. Un encargo que el presidente estadounidense ha transmitido al secretario del Tesoro, Stephen Mnuchin, quien dejó claro en el pasado su postura sobre el ‘petro’, al que ha calificado de “ardid” de Maduro para saltarse las sanciones económicas. El Tesoro estadounidense ya ha advertido a la ciudadanía contra una inversión en un activo que considera “una estafa” y que representa un “auténtico fraude para los inversores”.

Para que la persecución se aplique con todas las de la ley, el Tesoro deberá tejer una normativa ex profeso que dibuje el marco legal para seguir las operaciones con criptodivisas. Un proceso “bastante complicado porque la adquisición de ‘petros’ debe realizarse usando el ethereum, motivo por el cual será difícil rastrear los movimientos realizados”, explica Alberto Muñoz Cabanes, profesor de la UNED. “No obstante, si la Administración estadounidense decide realizar una investigación en profundidad de movimientos que sean considerados sospechosos, no es descartable que se pueda llegar a sancionar a ciudadanos de a pie”, agrega el también fundador de X-trader.net.

"No es descartable que se pueda llegar a sancionar a ciudadanos de a pie”, Muñoz Cabanes

Pero este cerco legal atenta contra la propia naturaleza del mercado de las criptodivisas, que es descentralizado y, en teoría, anónimo. Con todo, cabe aclarar que las transacciones no son completamente secretas. “Están cifradas pero son públicas, por lo tanto se pueden examinar”, explica Pablo Moreno de la Cova, cofundador de Icofounding.

Sí es cierto, sin embargo, que el dinero que permanece en las plataformas de intercambio o en los monederos virtuales queda dentro de una especie de ‘caja negra’. Esto es, oculto a los ojos de los reguladores y se mantiene en un limbo legal porque actualmente “no hay manera de obligar a las plataformas de intercambio a que compartan los datos de estos clientes”, argumenta el experto. Ni tampoco existe forma de comprobar las posesiones reales de los tenedores de ‘petros’.

Los expertos coinciden en señalar que los grandes inversores o empresas que operen con esta moneda no escaparán a la nueva legislación, por lo que “es probable que en caso de que se detecten movimientos por parte de instituciones financieras usando ‘petros’ se les apliquen las mismas sanciones ya previstas”, aventura el profesor de la UNED. En este sentido, Trump ha aclarado que las medidas no tendrán carácter retroactivo por lo tanto, si operan con sus ‘petros’ a posteriori, “no debería pasar nada siempre que demuestren que están reaccionando a la orden dictada por Trump liquidando sus ‘petros’ para cumplir con la ley”, argumenta Muñoz Cabanes.

Quienes lo tienen más crudo son las plataformas de comercio de criptodivisas. El veto afecta directamente a las que tienen sede en EEUU, ya que nunca podrán comercializar la divisa virtual venezolana. En última instancia, la norma podría llegar a prever que todos los brokers que ofrezcan activos virtuales a clientes estadounidenses deban excluir el ‘petro’ para eludir sanciones.

LA PREVENTA NO ‘CUAJA’

No obstante, el destino de esta divisa de cifrado de cuño reciente está por ver. Con la pre-venta finalizada, los tokens adquiridos aún no se han distribuido. Y tampoco se conocen las fechas de la emisión pública de tokens (ICO por sus siglas en inglés). Según datos de etherscan.io, los propietarios de ‘petros’ no llegan ni a sesenta, y más del 50% se reparte entre dos tenedores, a proporción de un abultado 38% para el primero, y un 20% para el segundo. Estos números encajan con los planes para el ‘petro’, ya que se contempla que el Gobierno monopolice el 55% del total en circulación.

Este listado arroja un total de 101 transacciones desde que se puso en marcha el 21 de febrero, “un volumen muy bajo si se compara con otros tokens”, concluye Muñoz Cabanes.

TRUMP VIAJARÁ A LIMA PARA LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

El presidente viajará a sudamérica por primera vez desde el inicio de su mandato. Entre los días 13 y 14 de abril se celebrará en Lima la Cumbre de las Américas (SOA), en una cita que se produce cada tres años desde su primera edición impulsada por la administración de Bill Clinton en 1994. Una reunión conjunta de los líderes de los principales países del continente, a la que Maduro no está invitado tras anunciar nuevas elecciones en mayo sin el apoyo de la oposición.

Un encuentro que no estará exento de tensiones. La reiteración de medidas polémicas en contra de algunos de sus aliados en la región, en particular la insistencia de levantar un muro en la frontera de México para detener la inmigración ilegal, terminará de generar un clima árido en torno a unas conversaciones sobre las que el presidente “espera compartir nuestros valores y creer en la promesa de un seguro y futuro conjunto, con un comercio justo y recíproco, y unas fronteras protegidas”, declaraba Sarah Huckabee, secretaria de la Casa Blanca.

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