• El 'petro' se encuentra respaldado por las reservas gubernamentales de petróleo, gas y diamantes del país sudamericano
  • Putin ya ha autorizado la emisión de 'criptorublos' con la intención de escapar del bloqueo internacional
  • Suecia y Japón plantean alternativas al efectivo, a través de dos iniciativas digitales como la 'e-krona' y el 'jcoin'
foto

"El dólar es nuestra divisa, pero es vuestro problema". Así respondía Jonh Connally, secretario del Tesoro de los Estados Unidos en 1973, durante una reunión con la comisión monetaria europea, a las críticas y reproches que había generado el abandono del patrón oro por parte del país norteamericano de la mano de Richard Nixon dos años antes.

La realidad es que desde ese momento todo cambió, las divisas fluctuaban por primera vez libremente en función de la oferta y la demanda, y el metal precioso dejaba atrás su naturaleza de referencia en la economía moderna. Pues bien, más de 40 años más tarde, Venezuela da un paso atrás y trata de volver a esta práctica.

Venezuela ya ha conseguido captar más de 2.000 millones de dólares en apenas unos días con el 'petro'

El pasado martes, la administración bolivariana, con Maduro a la cabeza, anunciaba el inicio de la preventa de su criptomoneda gubernamental, el 'petro', una criptodivisa que se encuentra respaldada por las reservas de petróleo, gas y diamantes del país sudamericano. Un hecho que, aparte de ser ilegal por ligar contractualmente reservas públicas a inversores privadas, muestra un desesperado intento de Venezuela de obtener financiación externa dando respaldo a una divisa digital, tras destruir su divisa física.

Y es que, ¿quién podría confiar en el mismo banco central que ha devaluado el bolívar hasta prácticamente su inutilidad? Pues bien, durante los primeros días de preventa del 'petro', las arcas nacionales recibieron más de 1.000 millones de dólares, con el gobierno bolivariano a la espera de obtener 2.300 millones más.

Los bancos centrales carecen de control sobre las operaciones en el mercado de criptodivisas. Maduro y Putin podrían beneficiarse consiguiendo financiación fuera de los bloqueos internacionales.

Las criptodivisas han alcanzado un nivel muy alto de popularidad en los últimos meses gracias a su capacidad de permitir transferencias de capital digital sin intermediación bancaria, ni la publicación de la identidad de las partes implicadas. En otras palabras, los bancos centrales actualmente carecen de control sobre estas operaciones.

La opinión de la oposición difiere de la de Maduro y asegura que las petrodivisas no deberían ser consideradas como una 'cripto' ya que, las dos bases sobre las que se sostienen las fichas digitales, su descentralización y libre fluctuación de precio en el mercado, no se cumplen. La emisión se encuentra centralizada en el organismo gubernamental, quien además de poder influir en su precio por estar ligado al petróleo, puede bloquear las transacciones que considere. Por ello, la oposición aboga por considerar los 'petros' como una 'digitalización de sus reservas' no como una criptodivisa.

De este modo, la jugada de Maduro, si el mercado acaba confiando en la seguridad de los tokens que emite, sería capaz de conseguir financiación para su gobierno socialista a pesar del bloqueo comercial y las sanciones impuestas por Europa y los Estados Unidos. Porque como implica la naturaleza de estos intercambios de capital, nadie posee control sobre ellos.

¿Y qué implicaciones tiene esta iniciativa? Desde luego Venezuela no ha sido el primer país en descubrir el poder de las criptodivisas nacionales.

Nikoái Nikíforov, ministro de Telecomunicaciones de Rusia, anunció el pasado mes de octubre la aprobación del presidente Vladimir Putin para emitir 'criptorublos' en un futuro próximo como medida de financiación excepcional. A pesar de ello, parece que el avance de su entrada en el mercado es lento ante las reticencias que ha mantenido el Kremlin los últimos años al mercadeo de este tipo de activos. De hecho, el comercio de criptodivisas se encuentra parcialmente restringido en Rusia ante la caída del valor de la moneda nacional, y el miedo a la fuga de capital a través de estas inversiones.

El principal impedimento que la administración de Putin encuentra actualmente en este mercado es el modo en el que las transacciones se validan. "No podemos garantizar la absoluta fiabilidad de las transacciones debido a que, si por alguna razón, más del 50% de los validadores del sistema de criptomonedas dice que hubo una transacción, cuando en realidad no la hubo, nosotros como regulador no tendríamos ninguna oportunidad de refutarlo", explicó el viceministro de Finanzas ruso, Alexey Moiseev, en una conferencia de prensa conjunta con el Banco Central de Rusia en Moscú.

De nuevo, su emisión facilitaría la posibilidad al gobierno ruso de recibir financiación por parte de inversores externos, por encima de los bloqueos y sanciones de la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) impuestos a su economía.

SUECIA Y JAPÓN PODRÍAN SER LOS SIGUIENTES

Pero su uso no tiene por qué ser sólo el de evitar bloqueos comerciales. Suecia y Japón plantean la emisión de 'Moneda Digital Centralizada' o CDC, su nombre oficial, ante el diferente uso de efectivo en sendos países.

El caso sueco muestró una caída de las compras con efectivo en comercios minoristas del 15% en 2017 con respecto al año anterior. La reciente bajada de la motivación de pagar con monedas y billetes en sus comercios responde a un fenómeno social que muestra similares desarrollos en Europa, especialmente en el norte del continente.

Según el Riksbank, Banco Central de Suecia, este fenómeno responde a su política reciente de renovar los billetes y monedas en circulación, por la que la población ha ido entregando divisa física a los bancos que no ha vuelto a retirar. En particular, el número de efectivo en circulación cayó desde los 94.000 millones de coronas suecas a los 65.000 millones en apenas 12 meses.

Estas divisas digitales podrían suponer el fin de VISA o Mastercard al cobrar menos comisiones en su transferencia

El supervisor monetario sueco maneja a día de hoy dos opciones para la implantación de la 'e-krona'. La primera es que esta se encuentre respaldada por un valor en coronas, un sistema comparable por ejemplo al de Paypal. La otra opción que se baraja es la creación de reservas de divisa en el banco central a través de una red de blockchain privada, con una relación parecida a la que tiene con los bancos comerciales, solo que a nivel personal.

Una divisa digital centralizada en el Riksbank podría presentar una alternativa más al gasto aparte de las propias tarjetas de crédito, las grandes perjudicadas si estas aspiraciones se llevarán a cabo. Las compras en criptos podrían destruir el negocio de VISA o Mastercard por el simple hecho de cobrar menores comisiones.

El escenario japonés es diferente, el lanzamiento de una divisa digital bautizada como 'jcoin' ya está programado para 2020 con el motivo de los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020.

Un consorcio de bancos privados, liderados por Mizuho Financial Group y Japan Post Bank, habría diseñado una forma alternativa digital de pago en el país nipón a través del cambio 1:1 entre el yen y el 'jcoin', según apunta el Financial Times.

Japón posee un nivel de dependencia sobre el uso de efectivo en su economía de aproximadamente el 70% ,según datos del Banco de Japón, lo que dificulta y frena el avance de sus medidas monetarias. Esta iniciativa digital, a pesar de ser privada, muestra un interés por las entidades financieras del país de realizar avances en este campo, con la aplicación de este servicio, que además será gratuito.

Stefan Ingves, gobernador del Riksbank

contador