El primer ministro británico, Rishi Sunak, se ha mostrado tajante. "Seamos claros, la llamada 'era dorada' ha terminado en las relaciones entre Reino Unido y China". Durante su primer discurso de política exterior desde que asumiera el cargo, el 'premier' ha criticado la actitud mostrada por el Gobierno chino en su intento por reprimir y ocultar las manifestaciones en el país contra las férreas restricciones por Covid.
Sunak ha señalado que había sido "ingenuo" creer que los estrechos lazos económicos de la década anterior podrían conducir a una reforma social y política y ha acusado a Beijing de "competir visiblemente por la influencia global utilizando todas las palancas del poder estatal".
Durante los últimos días, el nuevo primer ministro ha estado sometido a la presión de varios disputados conservadores que le pedían endurecer su postura sobre China.
"Reconocemos que China plantea un desafío sistémico a nuestros valores e intereses, un desafío que se agudiza a medida que avanza hacia un autoritarismo aún mayor", ha indicado Sunak durante las palabras pronunciadas en el banquete del alcalde en Londres.
Estas declaraciones se han producido después de que un periodista de la BBC fuera golpeado y detenido mientras cubría las protestas de los ciudadanos chinos en Shanghai.
"En lugar de escuchar las protestas de su pueblo, el gobierno chino ha optado por tomar medidas aún más enérgicas, incluso agrediendo a un periodista de la BBC", ha afirmado. "Los medios de comunicación y nuestros parlamentarios deben poder destacar estos problemas sin sanción, incluida la denuncia de abusos en Xinjiang y la restricción de la libertad en Hong Kong".
Sunak ha subrayado que el ritmo del cambio geopolítico se estaba intensificando y que "el cortoplacismo o las ilusiones no serán suficientes" frente a los desafíos planteados por Rusia y China.
