La agencia de calificación considera que, al menos, a corto plazo, todavía hay muchas incertidumbres sobre la capacidad de pago de Grecia de sus actuales acuerdos, y una posición de liquidez cada vez más comprometida y que precisará de nuevos acuerdos en el segundo trimestre de 2015, por lo que podría volver a bajar su calificación.
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“La posición de liquidez de Grecia se encuentra en una presión en aumento”, afirma la agencia de calificación, que ha decidido mantener la calificación de los bonos griegos y su vigilancia negativa. Consideran que existen muchas incertidumbres, entre ellas, “cómo afrontará sus necesidades de fondos en los meses venideros”.
"Un Grexit tendría ramificaciones económicas, sociales y políticas para el país sin precedentes"
Además destaca que entre Atenas y las instituciones “existe una divergencia de criterios en cuanto a las concesiones políticas apropiadas para que se le otorgue más dinero”. Y aseveran que los riesgos de liquidez de Grecia solo se pueden mitigar bajo la “condición de un acuerdo”. No ven posible que los helenos puedan conseguir fuentes alternativas de financiación.
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Standard and Poor´s, subraya adicionalmente que el gobierno griego permanece excluido del programa de compra de bonos, pero que una salida de Grecia del euro no está en su escenario base debido “a las ramificaciones económicas, sociales y políticas para el país de este paso sin precedentes que sería severo e iría acompañado de un impago”.
La agencia asegura que bajará la calificación de Grecia “si percibimos la posibilidad de que el gobierno griego no sea capaz de hacer frente a todas sus obligaciones financieras completamente y a tiempo”.
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