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El Covid-19 está provocando un daño económico sin precedentes en todo el mundo, y ya son muchos los expertos que auguran que el coste financiero de la pandemia será enorme. La recesión será muy grave, quizá la más profunda desde 2009 y tal vez desde la II Guerra Mundial, avisan, dado que hasta ahora no se había producido una paralización de la actividad tan drástica. En eso hay consenso, aunque no sobre cómo será la recuperación de la economía mundial una vez pase lo peor del coronavirus.

Y es que hay muchas teorías sobre la mesa. En los últimos días los analistas han hablado de cómo puede ser la salida de esta crisis sanitaria, y son varios los escenarios que se barajan sobre la 'figura' que puede dibujar la economía: V, U, L, W o quizá una con forma de 'tick', parecida al logo de la firma deportiva Nike. Una suerte de sopa de letras que está generando un gran debate, pero lo cierto es que todo dependerá de las medidas que adopte cada país para contener el virus y para impulsar a la economía, y de la eficacia que tengan.

"Hay una relación compleja entre el recorrido del virus, la eficacia de la contención del virus, las políticas de apoyo económico y el comportamiento del sector privado", apunta JP Morgan, que ve "una enorme incertidumbre sobre el camino a seguir". De las medidas implementadas dependerá la recuperación, y estos son los escenarios que se barajan:

-Escenario en V: sería el mejor que podría experimentar la economía, ya que volvería al nivel en el que se encontraba antes de la pandemia tan rápido como ha caído. Se lograría si el virus es erradicado en Europa y EEUU en abril o mayo, y si la demanda vuelve a crecer con fuerza aupada por el estímulo fiscal y monetario desplegado. Las fabricas y los servicios podrían reabrir sin problemas, y el desempleo caería porque el esfuerzo de los gobiernos para evitar despidos dan sus frutos. La economía mundial volvería a sus niveles anteriores a la crisis a comienzos de 2021.

"Las recuperaciones en forma de V han sido mucho más comunes en la economía y las ganancias corporativas que en el los mercados en los últimos 50 años", señalan desde JP Morgan. Por eso fue el escenario más mencionado por los expertos al principio, aunque visto el alcance del brote y el daño que está provocando, ahora prácticamente ninguno cree que vaya a producirse. Schroders es uno de los pocos que apunta que esta será la trayectoria de la recuperación, ya que espera que EEUU vuelva a sus niveles normales de actividad durante el tercer trimestre de 2020. "Esperamos que el fin de las restricciones de movimiento, la vuelta al trabajo y de la situación cotidiana para los negocios impulse esta previsión", dice.

-Rebote en forma de U: en este escenario, el virus persistiría hasta junio y el confinamiento que asegura el distanciamiento social tardaría en levantarse. La demanda seguiría algo reprimida pese a los estímulos, de forma que los consumidores tardarían en volver a las tiendas y restaurantes. Al mismo tiempo, fábricas y otros centros de trabajo tardarían en volver a estar plenamente operativos, y no se recuperarían todos los puestos de trabajo perdidos durante la crisis del Covid-19. El comercio, en este escenario, se mantendría muy por debajo de lo habitual, ya que cada país se repondría a un ritmo diferente. La recuperación llegaría de forma más lenta, y no hasta finales de 2020 o más allá.

Este es el escenario que más analistas creen que se producirá. En Standard Chartered creen que "la ralentización de los chinos se va a prolongar", por lo que no son optimistas de que "vayamos a ver una recuperación en forma de V, con la recuperación china poco clara". Apuestan por un dibujo en U, como también lo hacen los expertos de la gestora PIMCO. Su pronóstico es el de una "recuperación en U en un horizonte de seis a 12 meses", aunque advierte que "será gradual con el riesgo de que sea desigual con importantes retrasos y daños permanentes". Y también en Deloitte creen que es el escenario más probable "en cuanto se pueda retomar la actividad".

LOS DIBUJOS DE RECUPERACIÓN MÁS PESIMISTAS

-Figura en L: es uno de los escenarios más pesimistas, ya que supondría que la crisis del coronavirus se extendería hasta la segunda mitad del año, lo que obligaría a un confinamiento más allá de junio, con todo lo que económicamente lleva aparejado. Pero, incluso si el Covid-19 se desvanece antes del verano, todavía es posible que la recesión sea más larga de lo previsto o que la recuperación se estire demasiado. Y es que bajo este supuesto, los consumidores seguirían recortando el gasto en servicios y se resistirían a irse de vacaciones, ya que sería complicado pagar las deudas acumuladas antes o durante la crisis. Habría riesgo de una espiral de impagos y quiebras de empresas, las bolsas no rebotarían y los gobiernos se verían obligados a ofrecer más estímulos al ver que sus esfuerzos anteriores han caído en saco roto, al no lograr despertar la demanda.

Nomura asegura que la forma de L sería el "peor escenario", ya que supone una caída rápida y un largo estancamiento, aunque Schroders espera esta vez "algo diferente" al dibujo que se formó "durante los dos primeros años de la depresión de 2008". Para Fathom Consulting, una caída prolongada será difícil de evitar si el Covid-19 regresa, lo que significa que la perspectiva es una L "sin mucho en medio".

-La temida W: sería un mal escenario, ya que reflejaría una segunda caída de la economía tras una leve recuperación provocada por un nuevo azote del virus. Los expertos ya han avisado del riesgo de retirar prematuramente los esfuerzos para contener la epidemia, ya que si ésta regresa obligará a volver a imponer restricciones, lo que reavivaría la incertidumbre y obligaría a cerrar de nuevo los centros de trabajo y todos los proveedores de servicios. El resultado sería, por tanto, el de una recuperación seguida de un nuevo retroceso hacia la recesión.

"El riesgo clave de nuestro pronóstico base de una figura en V es un posible retorno del virus en el tercer trimestre", dice Schroders, lo que provocaría una nueva contracción económica en el cuarto trimestre, antes de experimentar otro repunte en el primer trimestre de 2021. "En términos económicos esto llevaría a una doble recesión, con negocios que cierran de nuevo al volverse a imponer restricciones de movimiento". Sería lo que llaman un "escenario de Covid-19 persistente".

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-Recuperación 'Nike': este escenario, con una recuperación parecida al logo de la marca deportiva, va cogiendo fuerza entre las predicciones de los analistas. Permitiría que los negocios y los gastos se reanuden lentamente, a medida que los límites del confinamiento se suavizan poco a poco, ya que no se produciría de forma tan tajante a como se introdujeron. La producción económica se mantendría por debajo del nivel pre-crisis hasta bien entrado 2021, y la cautela seguiría dominando, por lo que se evitarían gastos excesivos y viajes de larga distancia, sobre todo si hay que hacer frente a las deudas.

Es una figura que implica una recuperación larga y lenta, por lo que si se produce, la economía de la Eurozona no volverá al nivel que ostentaba antes del coronavirus hasta el tercer trimestre de 2023. Son previsiones de McKinsey, que cree que sería uno de los peores escenarios porque supondría una "recuperación silenciosa" y "apagada", con un "crecimiento lento a largo plazo". Por su parte, Berenberg apunta que "a la fuerte caída le seguirá un repunte ligeramente más plano que, en última instancia, va más allá del nivel del PIB anterior a la crisis", aunque tardaría en llegar. "El PIB superaría su nivel de finales de 2019 aproximadamente dos años después de la depresión", remarcan los expertos de la firma alemana. Esta figura es la que Deloitte, creador de la imagen superior, espera para la economía española en su análisis preliminar sobre el impacto del coronavirus en el consumo y la distribución, según el cuál podríamos tardar aproximadamente un año en alcanzar el nivel previo a la crisis.

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